24 Octubre de 2019 10:48
A una semana del estallido social y político que sacude a Chile, las cifras de la crisis son alarmantes: el gobierno de Sebastián Piñera reconoció que hay al menos 18 muertos, entre ellos un niño de cuatro años, y más de 2100 detenidos. Activistas de derechos humanos denuncian que hay un centro clandestino de tortura en una estación de subte y el presidente convocó a reservistas del Ejército para salir a las calles a combatir a los manifestantes. Además, hay tres querellas contra carabineros por abusos sexuales a mujeres detenidas.
A pesar del pedido de “perdón” y el paquete de medidas sociales anunciado por Piñera el martes por la noche, las protestas continuaron el miércoles desde temprano y hasta entrada la noche en las calles de Santiago y se expandieron a otras ciudades como Valparaíso y Viña del Mar, en la costa del Pacífico. En la capital chilena ayer fue la quinta jornada de toque de queda, que comenzó a las 22 y se extendió hasta las 4 de la madrugada.
En las calles, miles de manifestantes exigieron la renuncia de Piñera y el ministro del Interior y Seguridad Pública, Andrés Chadwick, así como el resto de la plana mayor del gobierno chileno. Hasta ahora, las cifras de la crisis grafican una realidad dramática: según el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) desde el domingo hubo 2.138 personas detenidas, entre las que se encuentran 407 mujeres y 243 niños, niñas y adolescentes.
En ese contexto se sumaron dos gravísimas denuncias: en primer lugar, el relato de un hombre, Nicolás Luer, que aseguró ante el INDH que había visto torturas y personas fallecidos en la estación Baquedano del subte, que está justo debajo de Plaza Italia, una de las zonas de mayor convocatoria de las protestas, y donde además funciona una comisaría de Carabineros.
Por ese episodio ayer se realizaron una serie de inspecciones judiciales con el objetivo de buscar algún tipo de evidencia respecto al relato, del que además se hablaba con mucha intensidad en Chile. Si bien no se logró determinar si fue usada o no la estación como centro de tortura, una diputada del Partico Comunista, Camila Rojas, aseguró que se hallaron sogas y restos de sangre.
Leé más | Denuncian que instalaron un centro de tortura en una estación del metro chileno
La otra de las graves denuncias está vinculada a abusos sexuales cometidos por Carabineros y militares a mujeres que eran detenidas. En diversos episodios ocurridos en Santiago, Valparaíso, Coquimbo, Temuco y Puerto Montt hicieron desnudar a las mujeres, y de acuerdo con organizaciones feministas hubo un uso desmedido de la fuerza y vejaciones sexuales.En este contexto, y con miles de carabineros y militares custodiando las calles de todo Chile y reprimiendo las masivas protestas, el gobierno convocó a reservistas del Ejército para salir a las calles, debido al “desgaste y el cansancio” del personal activo.
LAS CIFRAS DE LA DESIGUALDAD
Por fuera de los datos más optimistas que muestra la economía chilena de los últimos años (inflación del 2,1 % anual y crecimiento del PBI del 3,7 %) se oculta un gran problema que ningún gobierno logró resolver: la creciente desigualdad entre los sectores más ricos y los más pobres.De acuerdo con cifras del Banco Mundial, Chile es el séptimo país más desigual del mundo, mientras que un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) asegura que existen niveles altos de concentración de riqueza.
El índice de Gini, que mide la desigualdad (medido con indicadores de distribución de ingreso donde 0 implica igualdad y 1 desigualdad) tiene un valor del 0,46 %, aunque si se toma como referencia los activos totales, asciende a valores cercanos al 0,72 %.
Por otro lado, los datos alarmantes del nivel de endeudamiento que tienen las familias chilenas: el 70 % tiene deudas de diversos tipos, pero además, hay 4,6 millones de deudores morosos, por un monto promedio que asciende a U$S 2.500.