Twitter, televisión y largas charlas con amigos y asesores. Lejos de lo que se podría imaginar respecto a las ocupaciones del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump utilizó el 60 por ciento de sus días en lo que se conoce como “tiempo ejecutivo”, es decir, horas que no se encuentran “estructuradas” bajo la agenda oficial. Una filtración masiva de sus actividades en los últimos tres meses sacude a la Casa Blanca.
Los datos fueron publicados por el sitio de noticias Axios. Allí se revela que desde antes de las elecciones de medio término - que se llevaron a cabo el 6 de noviembre - el presidente destinó el 60 por ciento de sus horas diarias a mirar televisión, leer noticias, publicar mensajes en Twitter y hacer llamadas telefónicas a amigos y asesores.
Trump usa el 60 por ciento del tiempo en actividades fuera de la agenda formal.
El “executive time”, es un tiempo donde no existe actividad oficial, aunque en la Casa Blanca aseguran que en esos períodos, Trump mantiene algunas reuniones, y que el hecho de que pase largos períodos, no implica que no se encuentre trabajando. Argumentan que suele tener reuniones y que muchas de sus conversaciones con asesores son “impulsivas” y surgen de un momento a otro.
CÓMO USA SU TIEMPO TRUMP
De un análisis realizado entre el 7 de noviembre - el día posterior a las elecciones - y el 1 de febrero pasado, donde se analizaron 502 horas y 55 minutos, surge que el presidente utilizó:
Tiempo Ejecutivo: 297 y 15 minutos
Reuniones: 77 horas y 5 minutos
Viajes: 51 horas y 15 minutos
Comidas: 39 horas
Eventos: 38 horas y 20 minutos
Según Axios, los datos muestran que Trump utilizó el 60 por ciento de sus horas en “tiempo ejecutivo”, que incluye: tweets, lectura de diarios y sitios de noticias, mirar programas de televisión y llamados telefónicos.
La filtración de los datos de la agenda de Trump sacudió a la Casa Blanca.
Lo curioso de la investigación es que además demuestra dos cosas: el día siguiente a las elecciones de medio término donde el presidente Trump sufrió un revés electoral en la Cámara de Representantes pero retuvo las bancas en el Senado, destinó treinta minutos para reunirse con asesores y jefes de personal y más de 7 horas para el “tiempo ejecutivo”.
¿Pero qué es concretamente el “tiempo ejecutivo”? Se trata de horas en las que Trump no tiene ninguna actividad oficial prevista. Ese “concepto” fue introducido por el ex jefe de personal de la Casa Blanca, John Kelly, porque el presidente odiaba tener un horario regular.
Sabido es que Trump se despierta muy temprano y antes de las 6 de la mañana ya está mirando noticias. Dedica varias horas al día a tuitear y ver programas de TV. A pesar de que se despierta temprano, no llega antes de las 11 a su oficina en el Salón Oval. La primera reunión es entre las 11 y las 11.30, donde se realiza un seguimiento de los temas de inteligencia que son de interés para los Estados Unidos.