Se trata de un problema generalizado. La inseguridad encabeza el ranking de reclamos que observa gran parte de la sociedad. De hecho, en las encuestas es uno de los problemas que se mantiene en el puesto número uno desde hace años. Robos, hurtos y secuestros se encuentran al frente de los padecimientos de la mayoría de los argentinos.
La "tolerancia cero" le hizo ganar la reelección a Giuliani
El caso de Nueva York durante la década de los noventa bien podría tener similitudes con lo que ocurre no sólo en Buenos Aires, sino en cualquier gran ciudad. Allí las cifras de inseguridad eran escalofriantes. Sólo en 1993 hubo alrededor de 2.000 asesinatos. Casi una década más tarde, esa cifra se había reducido a menos de 700, un 65,3 % menos.
En Buenos Aires es asesinada una persona cada 54 horas.
Tolerancia cero
El "mérito" fue del ex alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, quien utilizó como método la persecución y prevención de los delitos menores: grafittis, colarse en el metro, provocar destrozos en la vía pública; en consonancia con una mayor presencia de efectivos policiales en la calle.
El ex alcalde neoyorkino recurrió a la Teoría de las Ventanas Rotas, una idea que proviene de la criminología, que apunta a que si se mantienen los centros urbanos en condiciones óptimas irá disminuyendo progresivamente el vandalismo, y por ende las tasas de criminalidad. Tiempo atrás, en una entrevista con la revista chilena Capital, Giuliani aseguró: “Yo salvé a la ciudad de la delincuencia”.
Aumentar la presencia de policías en las calles fue uno de los objetivos de Giuliani.
La idea de Giuliani era “mantener el orden”. La teoría pertenecía al politólogo y criminólogo James Wilson. En los años ochenta su teoría adquirió mayor relevancia, debido a los alarmantes números de violencia en las calles neoyorkinas.
Básicamente su planteo apuntaba a que si en un edificio había una ventana rota que no se reparaba, los vándalos podrían romper varias más, e incluso considerar que está abandonado y ocuparlo.
Las cifras de Nueva York continuaron a la baja. En 2014 lograron la tasa más baja de homicidios en la Gran Manzana. Fueron 333, tras una racha de 12 días sin asesinatos, la más larga en más de 20 años. En los años noventa la cantidad de homicidios era alarmante en aquellas calles: seis por día, en los años más terribles.
Times Square, uno de los sitios más emblemáticos de la ciudad de Nueva York.
El objetivo de Giuliani fue renovar los procedimientos. Apuntaron a desplegar mayor cantidad de efectivos en las zonas más complejas en materia de delincuencia. El plan de “tolerancia cero” tenía como objetivo, en primera instancia, erradicar los delitos menores: el alcalde entendía que si se lograba bajar esa tasa de delincuencia, naturalmente se reducirían los delitos más graves.
Por otra parte, apuntó a la descentralización de las fuerzas policiales. Le dio mayor poder a las 76 comisarías distribuidas entre Manhattan, Brooklyn, Bronx, Queens y Staten Island. En este sentido, si bien creció el número de efectivos en las calles, el objetivo era mostrar mayor presencia, por ejemplo con patrullajes unipersonales.
Giuliani fue galardonado en varias ocasiones por su accionar durante los atentados del 2001.
En los Estados Unidos creen que el plan de Giuliani fue uno de los más efectivos para erradicar la violencia en las calles. Sin ir más lejos, al tiempo que disminuían las tasas de homicidios, crecía la cantidad de presos: de 150 aumentó a 700 por cada 100 mil habitantes. El objetivo era quitar a los delincuentes de la vía pública.
Cuando dejó el poder, las tasas de delitos en Nueva York se habían reducido más de un 65 por ciento. Incluso, fue destacado por la revista Time como el “hombre del año” por su trabajo el 11 de septiembre de 2001, cuando ocurrió el atentado a las Torres Gemelas. Un año más tarde sería condecorado por la reina Isabel, del Reino Unido.
La clave fue sumar más efectivos en las calles para evitar, primero, delitos menores.
Sin embargo, la política de Giuliani, así como provocó una merma en la delincuencia, profundizó una crisis que aún hoy tiene Estados Unidos: los excesos de las fuerzas policiales con los delincuentes.
Reunión con Massa
En marzo de 2014, Sergio Massa se reunió con Rudolph Giuliani en Nueva York y analizó el anteproyecto para reformar el Código Penal .
Mantuvieron dos reuniones, una en NY y otra en Tigre.
Según el massismo, Giuliani manifestó su "preocupación por la disminución de penas para el narcotráfico". En octubre el ex alcalde recordado por ser el mentor del programa "Tolerancia cero", había viajado a la Argentina y mantuvo encuentros con el titular del Frente Renovador sobre políticas de seguridad.
Massa dijo que el político norteamericano "hizo especial referencia a la modificación de las penas vinculadas al narcotráfico" y que insistió en que "se necesitan sanciones más duras, y no una rebaja de las mismas".