El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, anunció la independencia de Cataluña del Estado español. "Cataluña se ha ganado el derecho a ser un estado independiente", declaró ante el parlamento catalán. "Este momento histórico ha llegado. Me comprometo a hacer efectivo el mandato". Sin embargo, el presidente pidió al "parlament", que suspenda, por ahora, el efecto de la declaración de independencia con la intención de "llegar a una solución acordada" con el Gobierno español.
En un discurso extenso que mantuvo la incertidumbre del mundo, luego de una hora de demora que algunos analistas estiman correspondieron a una negociación política de último momento, Puigdemont anunció que Cataluña será desde ahora un nuevo país.
"No somos unos delincuentes, no somos unos locos ni unos abducidos. Somos gente normal que pide poder votar. No tenemos nada contra España ni los españoles". Sin embargo, dejó una puerta abierta al diálogo con España y reclamó la continuidad de las negociaciones. ¿Contradictorio? ¿Ambiguo? Puede ser, pero se trata de evitar el derramamiento de sangre y llegar a una solución pacífica.
Qué dijo Puigdemont
"Desde hace muchos años la relación no funciona. Un pueblo no puede ser obligado contra su voluntad a aceptar un status quo que no votó y que no comprende".
"El futuro catalán debe ser decidido por los catalanes", dijo Puigdemont, quien calificó a la administración española actual como "la peor de los últimos 40 años".
"Quiero enviar mi afecto y solidaridad a todos los malheridos por la represión policial. Las imágenes quedarán grabadas por siempre. Como presidente de Cataluña se que hay gente que está espantada por la violencia gratuita y la decisión de algunas empresas de trasladar su sede social, una decisión que tiene más efectos sobre los mercados que sobre nuestra economía."
Puigdemont cuestionó la represión del gobierno español a la consulta electoral . "El objetivo era sembrar el pánico y que la gente se quedara a casa y renunciara a su derecho el voto. Pero les salió el tiro por la culata".
"Vivimos un momento excepcional. Lejos de ser un tema doméstico, este es un asunto europeo. De mi comparecencia no esperen chantajes ni insultos. El momento es muy serio. Tenemos una necesidad imperiosa de reducir la tensión".
"La manera de avanzar no puede ser otra que la democracia y la paz. Lo que hoy voy a exponer no es una decisión personal, es el resultado del 1 de octubre. Cataluña celebró ese día su referéndum de autodeterminación, que se desarrolló con grandes episodios de violencia policial. La Policía y la Guardia Civil golpeó a gente indefensa. Hubo más de 800 heridos. Lo vimos todos, lo vio el mundo. El objetivo era provocar el pánico y que la gente renunciara a votar. Más de dos millones de personas vencieron el miedo y votaron".
"Más de 2.200.000 personas pudieron votar, pero 770 mil no pudieron votar por las escuelas clausuradas por la fuerza". Pese a todas sus críticas al modo en que el estado español manejó el conflicto, Puigdemont pidió seguir negociando con Rajoy para llegar a una división acordada.