¿Cómo se celebra Año Nuevo? Bueno, de maneras bien distintas según el país, e incluso según la región. Cada uno se divierte como mejor le parece y expresa así su deseo profundo de que los 365 días que se vienen sean mejores que los que ya pasaron. Veamos algunas de las tradiciones más exóticas. No se cuentan en este caso ni el año nuevo judío ni el año nuevo chino, ya que la nota se concentra en aquellas tradiciones que contemplan el inicio del año el 1° de enero.
Dinamarca
A las 12 de la noche del año nuevo, sí o sí, hay que saltar sobre la silla en la cual uno esté sentado. Previamente se cenó un plato basado en bacalao: si eso no sucedió, o no estamos en Dinamarca o no estamos en Año Nuevo. Y entonces a la gente le da por romper platos: estrellarlos contra el suelo, contra la pared, donde sea. Todo es cuestión de romperlos, con el mayor entusiasmo y el mayor estruendo posible. Por eso las calles danesas amanecen llenas de platos rotos.
Más que podrido, se diría que algo está roto en Dinamarca...
Estonia
En la tierra de los Rolling Stones (¡Cuac!) se invoca a la prosperidad comiendo entre 7 y 12 veces durante el día. Y si no llega la prosperidad, al menos se atrae a la obesidad.
Los Estonios comen y comen y vuelven a comer.
Rumania
Los rumanos limpian de punta a punta sus casas, porque la tradición supone que si el fin de año los agarra sucios, el hogar será sucio todo el año que viene. A la vez, los rumanos gustan de bailar la "danza del oso", vestidos de idems, con música de tambores, con el pretencioso objetivo de espantar al diablo. Se come bien: rollos de chucrut en repollo, pata de chancho en gelatina, ensalada de berenjena... pero jamás pollo, porque el pollo tiene alas y puede llevarse lejos la suerte del comensal.
En Rumania, la onda es disfrazarse de oso...
Japón
Al igual que los rumanos, los japoneses también limpian sus casas de punta a punta. Los templos budistas tocan las campanas 108 veces para dar la bienvenida a Toshigami, el Dios del Año Nuevo, y para prevenir los 108 pecados que el hombre podría cometer. Durante la semana previa, los japoneses mandan cartas de Año Nuevo, conocidas como Nengajo. La fecha límite para estos envíos es el 25 de diciembre, ya que sí o sí tienen que entregarse el 1° de enero, y así lo aceptan incluso las oficinas de correo.
Irlanda
Los que le temen a los fantasmas no deberían pasar año nuevo en Irlanda. Los irlandeses tienen la inquietante costumbre de abrir todas las puertas de su casa de par en par, a efectos de que los muertos de la familia participen de las Fiestas.
Nueva York (Estados Unidos)
Times Square es "el" lugar más emblemático en materia de celebraciones de Año Nuevo, o por lo menos, aquel que los medios de comunicación y el cine han convertido en el más famoso. No menos de un millón de personas se juntan, y entre lluvias de papel picado y conciertos de grandes figuras del rock y el pop, esperan que caiga una bola gigante desde el tejado del One Times Square mientras hacen la no menos famosa "cuenta regresiva". Cierto es que hace mucho frío, que la gente se apelotona y que no se puede tomar alcohol en la vía pública, pero aún así vale la pena.
Escocia
El año nuevo o Hogmanay escocés dura nada menos que cuatro días y cuatro descontrol callejero y multitudinario. Los escoceses acostumbran prenderle fuego a barriles y hacerlo rodar por las calles envuelto en llamas para darle lugar a la llegada del año. También hay una tradición llamada "first footing": la primera persona que entre en una casa el primer día del año condiciona la suerte de la familia para el resto del año. Lo ideal para la buena fortuna es que sea soltero, moreno y guapo.
Copacabana: Año Nuevo vestidos de blanco, en este caso con monstruo verde.
Brasil
Una auténtica fiesta popular se produce en Brasil durante Año Nuevo, particularmente en la ciudad de Río de Janeiro, donde se tiran fuegos artificiales sobre el mar, se organizan conciertos populares gigantescos y se congregan multitudes frente a las playas de Copacabana. La mayoría de la gente se viste de blanco, para atraer la paz, aunque no faltan los que se visten de amarillo para atraer al dinero o de rojo para atraer la pasión. Algunos se meten en el agua y saltan siete olas para abrir los caminos, o bien le ofrendan flores a Yemanjá, la rosa del mar.
Copas de doce uvas listas para ser comidas en Año Nuevo.
México
Una tradición de origen español prendió fuertemente en México en las celebraciones de Año Nuevo. Se trata de la ingesta de doce uvas, una por cada campanada de la medianoche, y mientras tanto, pedir doce deseos. Algunas familias barren sus casas hacia afuera para alejar las “energías negativas”. Otros arman una valija con pocas prendas y salen durante los primeros minutos del año a dar una vuelta a la manzana.No faltan quienes colocan tres velas en un plato con semillas: arroz, frijol, lenteja, harina, y una rama de canela, y las encienden justo cuando empieza el año, para garantizar así la prosperidad económica.