La policía de Brasil detuvo hoy al líder del partido oficialista en el Senado Delcídio do Amaral por obstrucción de la justicia en el caso de corrupción que atraviesa a la principal empresa estatal, Petrobras.
El ministro del Supremo Tribunal Federal, Teori Zavascki, autorizó la prisión preventiva de Amaral, de 60 años, debido a evidencias que muestran que el dirigente parlamentario interfería en la investigación del esquema de sobornos de la gigante petrolera.
El magistrado y otros cuatro ministros del máximo tribunal decidieron unánimemente el miércoles en una sesión mantener la decisión de Zavascki sobre la detención de Amaral.
Según la ley brasileña todos los políticos federales y algunos de otros niveles solamente pueden ser investigados si el Supremo Tribunal Federal lo aprueba y solamente el máximo tribunal les puede fijar cargos y enjuiciarlos. Amaral es el primer senador en funciones en ser detenido en Brasil.
Debido a que se trata de un senador, la prisión preventiva también tiene que ser aprobada por la mayoría de los integrantes de la cámara, según la Constitución. El presidente del Senado, Renan Calheiros, dijo que está a la espera de la entrega de información por parte de la Corte para que el Senado adopte "las medidas que considere necesarias".
El abogado defensor del senador, dirigente del oficialista Partido de los Trabajadores, no quiso comentar acerca de las acusaciones. Sin embargo, el ministro Zavascki dijo que las investigaciones muestran que el senador Amaral presionaba al ex director del área internacional de Petrobras, Néstor Cervero, para que no cerrara un acuerdo con la Fiscalía por una sentencia menor a cambio de información.
Además de Amaral, la policía federal también detuvo a André Esteves, dueño de BTG Pactual, uno de los principales bancos de inversiones de América Latina. El jefe de la oficina de Amaral, Diogo Ferreira Rodrigues, también fue detenido. La policía allanó 13 residencias en cuatro estados.
El caso de corrupción que se remonta a más de una década involucró sobornos por unos 2.000 millones de dólares pagados a ciertos ejecutivos de Petrobras a fin de que otorgaran contratos a las principales empresas de construcción e ingeniería de Brasil, según la Fiscalía. La policía ya ha detenido a altos ejecutivos de Petrobras y de importantes firmas de construcción e ingeniería.
Más de 50 diputados, senadores y otras figuras políticas importantes son investigados o han sido acusados formalmente.
"Es muy grave tener a un senador de la república con tentativas de obstrucción de justicia. Esto vuelve el caso más complicado para el gobierno", dijo Carlos Pereira, un analista de la Fundación Getulio Vargas. "Es un espanto y al mismo tiempo inyecta esperanza de que la democracia brasileña está con vida", agregó.