Los ataques de Rusia en diferentes ciudades de Ucrania no cesan. En el sexto día del conflicto iniciado por el gobierno de Vladimir Putin, desde el Kremlin anunciaron que continuarán los ataques hasta “lograr los objetivos” pese a la presión internacional, las sanciones financieras y el rechazo de la mayoría del mundo civilizado ante la invasión.
Por fuera del asedio que sufre la capital del país, Kiev, los ataques también siguieron en la segunda ciudad de mayor importancia, Jarkov, con proyectiles que impactaron los edificios gubernamentales ubicados en la plaza principal, denunció el gobernador regional, Oleg Sinegubov, que calificó el ataque como "criminal".
El dirigente acompañó la acusación con un video, que ya circula por las redes sociales, en el que se ve un misil que cae contra el edificio administrativo, lo que provoca una gigantesca explosión en momentos en que circulaban varios autos por la zona. Jarkov es una ciudad de 1,4 millones de habitantes, con una gran población rusoparlante, que está muy cerca de la frontera con Rusia.
La ciudad no es la única que está bajo un asedio constante desde que el presidente ruso, Vladimir Putin, lanzó hace seis días la invasión con el objetivo de "desmilitarizar y desnazificar a Ucrania”. El puerto de Mariupol, también ubicado en el este de Ucrania y donde viven cerca de medio millón de personas, está sin electricidad después de una ofensiva rusa, declaró en Facebook Pavlo Kirilenko, gobernador de la región.
Mariupol y Volnavaja están entre el territorio que controlan los rebeldes separatistas prorrusos del este y la península de Crimea, que fue anexada por Moscú en 2014, y las tropas rusas intentan una ofensiva para unir estos dos territorios.
Kiev también sigue bajo acecho, entre combates en las inmediaciones y alarmas constantes de ataques aéreos. Un largo convoy militar ruso en las afueras de la capital, que había sido detectado recientemente por imágenes satelitales es más grande de lo que se había pensado inicialmente, informó la agencia ucraniana UNIAN.
El presidente ucraniano Volodimir Zelenski dijo este martes que la defensa de Kiev es la "prioridad" y calificó de "crimen de guerra" a los bombardeos en Jarkov. En el frente sur, el ejército ruso avanzó hasta las puertas de Jerson y comenzó a instalar puestos de control en la entrada, denunció Igor Kolikhayev, alcalde de la ciudad, que intentó dar ánimo a la población y la llamó a la "calma" y a no "provocar" al enemigo.
En todo este contexto, el ministro de Defensa ruso, Serguei Shoigu, adelantó que su país continuará en la búsqueda de sus objetivos militares. "Lo esencial para nosotros es proteger a la Federación de Rusia de la amenaza bélica que van creando los países de Occidente, empeñados en usar al pueblo ucraniano en la lucha contra nuestro país", dijo.
Al funcionario se sumó también el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, que se manifestó en contra de las declaraciones del fiscal de la Corte Penal Internacional, Karim Khan, sobre el inicio de una investigación por violaciones a los derechos humanos.
"Lo rechazamos categóricamente. Rusia no es miembro de la Corte Penal Internacional", dijo Peskov, y manifestó que los informes sobre el presunto uso de bombas de racimo y termobáricas por fuerzas rusas no son reales.
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"Es una noticia falsa", dijo el vocero en declaraciones que reproduce la agencia de noticias Sputnik y, al igual que el resto de los funcionarios del Kremlin, indicó que las fuerzas rusas no bombardean obras de infraestructura ni barrios residenciales. "Durante la operación militar especial, las fuerzas rusas no atacan obras de infraestructura ni barrios residenciales, solo de trata de la desmilitarización de Ucrania y de las instalaciones militares ucranianas", manifestó.