11 Octubre de 2016 18:31
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Los primeros casos se reportaron en el estado norteamericano de Carolina del Sur a comienzos de agosto. Desde allí, se diseminó explosivamente por diferentes puntos de Estados Unidos para luego saltar a Inglaterra y Canadá.
Los avistamientos de payasos comenzaron en agosto y no dan signos de parar.
Se trata de misteriosas apariciones de payasos para nada alegres, que amenazan o incluso agreden a personas de manera totalmente aleatoria.
De Estados Unidos al mundo
Los primeros casos sucedieron en los bosques alrededor de la ciudad de Greenwood (Carolina del Sur). Pronto, lugares públicos como campus universitarios, calles, inmediaciones de escuelas y otros espacios de todo el país comenzaron a ser escenario de cientos de presencias, con los payasos muchas veces portando bates de béisbol, cuchillos e incluso armas de fuego.
Así, por ejemplo, a comienzos de octubre tres payasos armados acecharon un colegio secundario y amenazaron a los estudiantes en Illinois; mientras que una mujer de Kentucky denunció que un hombre vestido de payaso quiso arrastrarla a un bosque. Días después, un usuario de Twitter filmó a un payaso en las cercanías de un lavadero de autos de Michigan.
Muchas personas han filmado o fotografiado sus encuentros con payasos.
En Canadá, mientras tanto, octubre fue también el mes donde los avistamientos estallaron, al igual que en Inglaterra. Tanto allí como en Estados Unidos, el asunto se agravó cuando algunas personas, presas del terror, decidieron agredir físicamente a algunos de los misteriosos payasos.
¿Fenómeno real o histeria colectiva?
Si bien muchos intuyeron que las apariciones tenían que ver con el marketing viral de la nueva versión del filme It, que gira alrededor de un payaso asesino, el propio Stephen King -autor del libro en el que se basa la película- negó el vínculo e incluso llamó a calmar las aguas con un mensaje vía Twitter. "Hey, es momento de enfriar la histeria de los payasos: la mayoría son buenos, alegran a los niños y hacen reír a las personas", escribió.
Por su parte, el autor Benjamin Radford aportó una teoría más plausible: que el fenómeno es un ejemplo del "efecto bola de nieve", es decir, un caso de histeria colectiva en el cual bromistas y rumores se van sumando a una dosis inicial de casos legítimos creando una historia creciente difícil de frenar.
