29 Enero de 2016 19:50
“Desde el corazón, quiero decir que han sido tiempos difíciles para mí y para mi familia, muy dolorosos. Y que sin duda, eso me ha afectado profundamente. Es un sentimiento humano normal”, afirmó con la voz quebrada, al borde del llanto y visiblemente emocionada la Presidenta chilena Michelle Bachelet cuando se refirió a la imputación de su nuera, Natalia Compagnon, acusada por delitos tributarios.
La esposa del primogénito de Bachelet, Sebastián Dávalos, y madre de los dos nietos de la mandataria, quedó imputada junto a otras 12 personas por corrupción. El juez dictó, además, que Compagnon no podrá abandonar el país mientras dure el juicio y deberá acudir una vez al mes a un destacamento policíal para registrar su firma. Ella es la principal acusada del “Caso Caval”: es propietaria del 50% de la firma Exportadora y de Gestión Caval Limitada, empresa que fue acusada de "declaraciones de impuestos maliciosamente falsas".
El escándalo afectó muy duro la figura de Bachelet y ha puesto en jaque su mismísima administración: la Presidenta terminó 2015 con una caída de 20 puntos, 24% menos en aprobación con respecto al de diciembre de 2014, según una encuesta publicada por la consultora Adimark.
Declaración Pública Formalizaciones Caso Caval
"Eso no me ha nublado ni por un minuto de lo que son mis responsabilidades como Presidenta de la República y como Jefa de Estado” afirmó esta tarde la Mandataria, al referirse al inicio de las formalizaciones en el Caso Caval.
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Michelle Bachelet on Viernes, 29 de enero de 2016
Por eso, en la exposición que realizó el viernes en la Casa de la Moneda, donde no se permitieron preguntas de la prensa, la mandataria recalcó que la Justicia debe trabajar en paz:
“los chilenos demandan y merecen igualdad de oportunidades y derechos, y eso también incluye igualdad ante la ley. Yo voy a seguir trabajando por lo que me he comprometido con la gente, por hacer de este país, un país más equitativo, más justo y más digno para todos. Y de eso, los chilenos pueden tener confianza”.
Si bien detrás de la cordillera las cosas no están bien, al otro lado del continente, en las paradisiacas playas brasileñas, la situación no es muy diferente porque otro referente político está siendo investigado por la Justicia:
la Fiscalía de San Pablo citó a declarar al ex Presidente
Luiz
Inácio
Lula da Silva por un supuesto blanqueo de dinero que estaría asociado a la corrupción en
Petrobras. Lula es el mentor político de la actual mandataria, Dilma
Rousseff
, ambos personajes fuertes del Partido de los Trabajadores (PT).
Luiz Inácio Lula da Silva, ex Presidente de Brasil, investigado por lavado de dinero.
Además de Lula, también fue citada para el 17 de febrero la esposa de Lula, Marisa Leticia. Ambos son investigados por un inmueble que no aparece en sus declaraciones fiscales. La propiedad forma parte del Condominio Solaris, investigado por la división policial encargada de esclarecer la gigantesca trama de corrupción en Petrobras.
Los investigadores creen que la constructora OAS, dueña del edificio, utilizó los departamentos para dar coimas encubiertas a los funcionarios que los ayudaron a beneficiarse de la corrupción en la petrolera estatal. El inmueble fue construido por la cooperativa sindical Bancoop vinculada al gobernante del Partido de los Trabajadores (PT), que en 2009 lo vendió a la constructora OAS.
La petrolera estatal brasileña está en medio de un escándalo de corrupción que involucra a más de media centena de políticos.
El Instituto Lula, dirigido por el ex presidente, consideró "infundadas" las sospechas del Ministerio Público e insistió en que la mujer de Lula adquirió en 2005 una participación en ese edificio, pero que ni él ni su esposa "nunca" llegaron a ser "propietarios en ningún condominio de Bancoop o sus sucesoras".
Por la corrupción de Petrobras están siendo investigados media centena de políticos, entre ellos varios cercanos a Lula y a la actual Presidenta Dilma Rousseff. El escándalo obligó a la actual mandataria a realizar cambios en su gabinete, entre ellos la remoción de varios ministros, como el de Trabajo; el de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior; el de Asuntos Estratégicos; y el de la Presidencia. También debió renunciar Maria da Graca Foster, la directoria de la petrolera estatal brasileña.
Según la investigación, las empresas obtenían contratos fraudulentos armados con la
dirigencia
de
Petrobras
, donde inflaban los valores en hasta un 4% y repartían las diferencias entre directores de la estatal y los partidos políticos que hacían la vista gorda.
