Menos de 24 horas después de asumir como presidente de Estados Unidos, Joe Biden firmó 17 decretos y directivas apuntando en gran parte a revertir decisiones tomadas por Donald Trump.

Una de sus medidas clave fue el nombramiento de Jeffrey Zients como coordinador de respuesta contra la pandemia de coronavirus, buscando de que la lucha esté dirigida abiertamente por el gobierno federal.  

Además, el nuevo primer mandatario firmó una orden ejecutiva que ordena el uso obligatorio de tapabocas en edificios públicos de todo el país. Paralelamente, lanzó a sus ciudadanos el reto de usar máscara al menos por 100 días.

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Si bien el presidente no tiene autoridad legal para ordenar la utilización de barbijos a nivel nacional, Biden anticipó que intentará convencer a los gobernadores para que sumen su parte. 

El primer mandatario también decidió revertir el proceso de desvinculación de Estados Unidos de la OMS iniciado por Trump. El doctor Anthony Fauci será ahora el director de la delegación norteamericana en ese organismo internacional. 

Nueva política migratoria

La prohibición de la entrada a Estados Unidos por parte de ciudadanos de Irán, Libia, Somalía, Siria, Yemen, Venezuela y Corea del Norte firmada por Trump solo siete días después de asumir en enero de 2017 fue otra de las primeras políticas en ser eliminadas por el nuevo mandatario.

En otra importante política sobre inmigración, Biden envió al Congreso un proyecto de ley para facilitar la obtención de la ciudadanía norteamericana a  más de 11 millones de inmigrantes indocumentados.

Reforzando esa medida, envió un memorándum al Departamento de Seguridad Nacional y al fiscal general para preservar el programa DACA, que protege de la amenaza de la deportación a los inmigrantes que llegaron al país como indocumentados cuando eran niños; y crearía un grupo de trabajo para reunir a más de 500 niños migrantes separados de sus padres en la frontera.

Otra orden ejecutiva revoca el plan del gobierno anterior de excluir del censo a los que no son ciudadanos, y otra acaba con la agresiva política de deportación de Trump.

Tal como había prometido en su campaña, mientras tanto, Biden le puso fin al proyecto de la presidencia anterior para construir un muro en la frontera entre Estados Unidos y México. 

Otra orden firmada el miércoles prorroga la moratoria sobre desalojos y las ejecuciones hipotecarias de viviendas, los cuales fueron congelados al inicio de la pandemia.

Los pagos e intereses de los préstamos estudiantiles federales también serán "freezados", y habrá moratoria para el pago de las deudas de los estudiantes hasta final de septiembre.

Clima y políticas raciales

Biden volvió a adscribir a Estados Unidos al acuerdo climático de París, un tratado global que tiene como objetivo mantener el aumento de las temperaturas globales por debajo de 2 °C. El país había abandonado el programa en noviembre del 2015. 

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Es una medida que levantó polémicas y puede abrir un frente de conflicto con Canadá, el nuevo presidente rescindió el permiso transfronterizo para el controvertido oleoducto Keystone XL, el cual permitiría transportar petróleo desde la región canadiense de Alberta hasta el estado estadounidense de Nebraska.

En relación a las políticas raciales, el primer mandatario designó a Susan Rice para encabezar un esfuerzo de todas las agencias del gobierno para acabar con el "racismo sistémico". También firmó una orden ejecutiva que prohíbe la discriminación laboral por orientación sexual en el gobierno federal.