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Brasil: hubo 105 muertes en las últimas 24 horas y ya hay 1.328 víctimas fatales

El monumento emblema de Brasil se "vistió de médico" para homenajear al personal de salud que diariamente combate el avance del coronavirus en el país y todo el mundo. 

13 Abril de 2020 18:17
cristo

Mientras que el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, insiste con rechazar la implementación de la cuarentena obligatoria como vía para contener la pandemia de coronavirus, el Cristo Redentor -el monumento emblema de Río de Janeiro- fue iluminado con el uniforme de los médicos del país, como un homenaje al personal de salud que lucha para detener el avance del coronavirus.

La imagen del Cristo - considerado una de las nuevas siete maravillas del mundo moderno- ubicado en el cerro Corcovado se iluminó con una bata de médico, junto con la palabra “Gracias” en diferentes idiomas, como un homenaje a las personas que arriesgan su vida en los hospitales.

Además, se proyectó sobre el Cristo Redentor un video donde varios médicos mostraban carteles con la frase “Quédense en casa, por nosotros, por todos. Estamos juntos” para incentivar a las personas a que cumplan con las medidas de confinamiento y distanciamiento social.

Asimismo, las banderas de varios países, especialmente de los más afectados por la pandemia como España, Italia, China, Estados Unidos y Brasil, iluminaron la imagen junto con la palabra “Esperanza” en diferentes idiomas, para llevar esperanza frente a esta lucha constante.

Finalmente, la frase “tudo vai ficar bem” (todo va a estar bien) cerró el homenaje. Esta iniciativa fue precedida por la Santa Misa a los pies de la imagen, celebrada por el Arzobispo de Río de Janeiro, Cardenal Orani Tempesta, y por la bendición de toda la ciudad en helicóptero por el rector del Santuario del Cristo Redentor, Omar Raposo.

En total fallecieron 105 personas en las últimas 24 horas en Brasil y la cifra de decesos por coronavirus se elevó a 1.328, mientras se reportaron 22.169 casos positivos de la enfermedad, según informó el Ministerio de Salud de Brasil. El epicentro del Covid-19 en el país vecino es San Pablo, con 608 muertes y 8.895 casos confirmados hasta el momento.

En Amazonas, en el norte del país, la situación sanitaria y funeraria es de colapso según el intendente de Manaos, Arthur Virgilio Neto, quien reportó 71 muertos y 1.275 contagios. Los fallecimientos de ayer a hoy aumentaron 9%, según el boletín del Ministerio de Salud. De ese modo, Brasil sigue siendo el primer país en Sudamérica y el decimocuarto en todo el mundo con mayor cantidad de casos de coronavirus.

Detrás de San Pablo se encuentra el estado de Río de Janeiro con 188 muertes, Pernambuco con 102, Ceará con 91 y Amazonas con 71. La situación sanitaria encuentra a Brasil dividido entre el gobierno federal del presidente Jair Bolsonaro, que rechaza el cese de las actividades para combatir al virus, y los gobernadores, que son apoyados por el ministro de Salud, Luiz Mandetta, en las políticas de aislamiento y cuarentena total para frenar el avance de la enfermedad.

Mandetta sostiene que en mayo y junio se verán los picos de la enfermedad en Brasil, mientras Bolsonaro dijo ayer que el virus "se está yendo". El gobernador de San Pablo, Joao Doria, convertido en rival de los bolsonaristas, anunció que va a controlar los comercios con la policía y la vigilancia sanitaria para iniciar una campaña para que vuelvan a cerrar sus puertas.

Es que, en algunos barrios, retrasada la ayuda del gobierno federal, muchos comercios populares o informales abrieron sus puertas porque así se lo pidió Bolsonaro, quien acusó de la futura crisis de empleo a los gobernadores. Doria informó este lunes que el sistema de monitoreo de inteligencia artificial determinó que 55% de la población cumplió el aislamiento.

"Necesitamos llegar a 70% para lograr el ideal de no comprometer al sistema público de salud y las camas disponsibles", afirmó Doria. El sistema de monitoreo a través de teléfonos celulares fue implementado en San Pablo, pero cuando iba a hacerse en todo el país a través del Ministerio de Ciencia y Tecnología, Bolsonaro objetó esta decisión y la descartó.