Un viaje laboral que terminó en pesadilla. Lucas Sparvieri, de 38 años, se encontraba en el complejo del aeropuerto de Bruselas al momento de los ataques terroristas fue demorado por la policía belga en un hotel de la terminal aérea en estado de shock.
Lucas entró en shock al ver lo que sucedía.
Es el único argentino que se encuentra retenido junto a varias decenas de viajeros y huéspedes. Su esposa Maria José Vilar se encuentra en Alemania junto a los dos hijos de ambos, esperando ayuda del Consulado. Mientras tanto, Lucas estaba entre el caos. Dos atentados en el aeropuerto y un tercer estallido en el metro: 35 muertos y más de 100 heridos y él argentino retenido sin entender lo que sucedía.
María José contó que el hotel se hallaba prácticamente vacío de personal y que aunque su marido estaba bien pero en shock, y con incertidumbre. "No le explican nada, no tiene qué comer, no sabe lo que sucede mientras permanecen en un cuarto. Vio personas cortadas a la mitad o todas ensangrentadas, es una pesadilla", explicó.
Todo parecía una escena de una película de terror.
Antes de que le corten la posibilidad a comunicarse, Lucas llamó a María José y le explicó lo que vio.
"El bajaba a desayunar, escuchó algo pero no entendió que pasaba. Tomó el ascensor, al abrirse la puerta un tipo se le tiró encima y lo metió nuevamente en el ascensor y volvió a su habitación espantado de ver gente gritando, con sangre y toda una imagen de una película de terror. En medio de la confusión empezaron a llegar heridos al hotel, gente que se resguardaba en su interior y otros que la policía ubicaba en nuevas habitaciones mientras la mayoría del personal del hotel huía y dejaba el lugar sin personal", confió Vilar.
"Desde su habitación pudo ver a gente corriendo por los techos del aeropuerto, decenas de heridos en el suelo, muchos corriendo en estado de shock y otras escenas de pánico", afirmó la mujer y pueden verse las imágenes que el propio argentino envió para mostrar lo que vio en medio del pánico.
Las imágenes que registró el argentino.
Sparvieri reside desde hace un año en Alemania y ayer permaneció todo el día en el hotel casi sin acceso a la comida y sin contar con información en torno al protocolo de seguridad activado y en cuanto a su situación particular. Hoy continúa ahí, al lado del lugar donde explotaron dos bombas y su familia reclama su liberación.
"Hay mucha gente y la situación no es buena. El Consulado argentino no está haciendo mucho al respecto, no informan si mañana podrá salir de ahí", relató y agregó que como todas las personas que se encontraban en el aeropuerto en el momento del atentado "a todos se los considera potenciales sospechosos" por lo que "están viviendo una situación malísima y angustiante", añadió Vilar que se comunicó con todas las autoridades nacionales en Bélgica, y éstas se sorprendieron por enterarse que había un argentino en medio del atentado.