En un extenso reportaje exclusivo de CNN, un grupo de ocho mujeres acusaron a Morgan Freeman por acoso y comportamiento inapropiado en ámbitos laborales.
Morgan Freeman recibió una catarata de acusaciones.
Una de las denunciantes trabajó como asistente de producción en la película Going in Style y relató que el actor intentó varias veces levantarle la pollera preguntándole si llevaba ropa interior.
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Cuatro personas que trabajaron con Freeman en los últimos 10 años describieron repetidas instancias en las cuales su comportamiento que incomodó a mujeres.
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Además de la asistente de producción y de otra mujer que aseguró que el actor la manoseó, otras tres señalaron que realizó comentarios inapropiados sobre sus ropas o sus cuerpos.
Periodistas y compañeras de trabajo
Estas acusaciones no sólo se limitan a los sets de filmación. Tres periodistas ofrecieron testimonio a CNN y recordaron episodios de acoso verbal durante entrevistas.
Freeman con su socia en Revelations, Lori McCreary.
Chloe Melas, coautora del artículo que resume las denuncias, incluso llegó a aportar su propia experiencia. La reportera, quien en aquel entonces estaba embarazada de seis meses, relató que Freeman la tomó de la mano y, sin soltarla durante varios minutos, le comentó "me encantaría estar ahí dentro" y "estás bien madura".
Ese ambiente laboral tóxico se trasladó a Revelations Entertainment, la compañía productora que el actor fundó junto a Lori McCreary. Seis ex empleados aseguraron haber sido testigos de los constantes comentarios sexuales de Freeman hacia otras mujeres e incluso de un incidente donde hubo manoseos.