05 Marzo de 2019 11:10
El domingo comenzaron oficialmente los festejos y celebraciones de carvanal en Río de Janeiro y en pleno sambódromo se hicieron escuchar los reclamos contra el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y duras críticas contra su gobierno por la creciente ola de discriminación hacia las minorías.
Lejos está de ser una novedad que los festejos de carnaval tienen, además de la clásica alegría, los colores y la música, un marcado discurso político. Este año, apenas a dos meses de la asunción de Bolsonaro como presidente y el giro hacia la derecha en Brasil, la situación fue aún más gráfica. Hubo comparsas que lanzaron fuertes críticas, muchas desde la ironía, hacia Bolsonaro y varios miembros de su gabinete.
Uno de los momentos más llamativos que se vivió en el sambódromo de Río de Janeiro fue con una comparsa que le dedicó su desfile a Xangó, la 'divinidad' que representa a la Justicia. Fue la más ovacionada durante la primera jornada del carnaval, y tuvo un claro significado político: muchos integrantes eran afrobrasileños que marcaron duras críticas hacia la ola de racismo y discriminación contra minorías como el movimiento LGBT.
Otra de las carrozas mostraba una fuerte imagen: policías custodiaban a presos que estaban en el interior de jaulas, todo con un condimento colorido, pero también con un claro mensaje político, con referencias hacia delitos de corrupción, en un país que desde hace algunos años está sacudido por las investigaciones.
Una de las escuelas del carnaval de Río de Janeiro.
En Río también se hicieron escuchar las críticas hacia Flavio Bolsonaro, el hijo del presidente, que es diputado y fue protagonista de terribles comentarios sobre la comunidad homosexual, pero también hacia la oposición.
En el carnaval de Belo Horizonte también hubo críticas con referencias políticas. Corearon la consigna “azul o rosa, todo es igual”, en referencia a la ministra de Familia y de la Mujer, Damares Alves, quien tiempo atrás aseguró que había llegado una “nueva era en Brasil en la que los niños se visten de azul y las niñas de rosa”.
Mientras tanto, en el carnaval de Sao Paulo, una comparsa salió al sambódromo con una canción llamada “Destruyendo al fascismo”, que habla de “Bolsonaro el miliciano”.
En una de las comparsas hubo homenajes a Marielle Franco, la concejal de Río de Janeiro y referente de la comunidad LGBT que fue acribillada el año pasado.
QUEJAS POR LA CAÍDA DEL PRESUPUESTO
Al malestar por el complejo clima político que atraviesa Brasil, se le suma otro factor que provocó la molestia entre las escolas do zamba de la ciudad de Río, que es el recorte presupuestario que sufrieron desde que asumió como alcalde el ex pastor evangelista Marcelo Crivella, quien llegó al poder en 2016 y desde entonces avanzó en una fuerte reducción del dinero que se otorga a las escolas.
Según detallaron, el presupuesto se redujo a la mitad. De hecho, la semana pasada hubo duros reclamos porque faltando cinco días para que comenzaran los desfiles típicos de Brasil habían recibido apenas el 50 por ciento de los 500 mil reales que les correspondían.
La molestia es aún mayor si se tiene en cuenta que desde su desembarco en Río de Janeiro, Crivella se manifestó en contra del financiamiento estatal del carnaval, y cree que es necesario reemplazar el financiamiento público por los patrocinadores privados.
