España está convulsionada, y Cataluña más aún, tras la huida de su destituido presidente, Carles Puigdemont, a Bélgica en busca de un posible asilo político.
Puigdemont abandonó Cataluña y viajó a Bélgica.
La decisión de viajar a tierra belga se produjo luego de que el gobierno de Mariano Rajoy disolvió el parlamento Catalán, dio por terminado el gobierno de Puigdemont y convocó a elecciones para el 21 de diciembre próximo. Ayer, más de un millón de personas marcharon en reclamo de la "unidad española" y en rechazo de la independencia de Cataluña.
Más de un millón de personas marcharon en reclamo de unidad española.
Según trascendió -aún no existe información oficial- el ex presidente catalán viajó a ese país para mantener contacto con dirigentes flamencos. Pese a que no hay información oficial, la intención sería hablar con autoridades de "Nueva Alianza de Flandes", un partido independentista en Bélgica. El rumor creciente es que pedirá asilo político en ese país.
El ex titular catalán saluda a los ciudadanos que apoyan la independencia.
El viaje resultó llamativo para directivos y militantes de la resistencia independentista que esperaban directivas acerca de los próximos pasos a dar tras las medidas de Rajoy: el fiscal general del Estado presentó una querella contra Puigdemont y todos los miembros de su gobierno por los delitos de sedición y rebelión, entre otros.
Esta mañana, el destituido presidente emitió por las redes sociales un mensaje confuso: una foto de la sede del gobierno catalán. No quedó claro cuál era la intención de ese mensaje. Para muchos, era una forma de sugerir que estaba en la sede del gobierno, aunque no hay nadie en este momento ya que sus integrantes fueron destituidos.