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Chile en llamas: Piñera dio marcha atrás con los aumentos, pero las calles siguen al rojo

Durante toda la noche del sábado rigió un toque de queda en Santiago y Valparaíso.

20 Octubre de 2019 11:17
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Luego de la serie de masivas protestas en Santiago de Chile por los aumentos en el el precio del pasaje de metro, el presidente de Chile Sebastián Piñera suspendió la medida. En su mensaje, el primer mandatario aseguró haber escuchado "con humildad y atención" los reclamos. 

Piñera dio marcha atrás, pero las calles de Chile siguen al rojo vivo

Sin embargo, a pesar de la decisión de Piñera, las manifestaciones lejos estuvieron de mermar y de hecho se extendieron a otras zonas del país, principalmente Valparaíso. Allí, un grupo de personas prendió fuego la sede del diario El Mercurio. 

En Plaza Italia, en el centro de Santiago, los Carabineros reprimieron las protestas, que incluyeron cacerolazos y bocinazos. El ejército, haciendo uso de las funciones extraordinarias de seguridad que les confirió el presidente al declarar el estado de emergencia, actuó principalmente en los municipios de Maipú y Puente Alto y en dos de las seis provincias de la región metropolitana. 

Las demandas sociales de los chilenos detrás del estallido

Así, quedó claro que el malestar social no sólo se limita al precio del boleto de metro, sino que éste fue apenas un catalizador para una larga serie de demandas. "Basta de alzas, basta de injusticias, la gente no va a parar hasta que el gobierno no se dé cuenta: la luz, el agua, todo está vendido en este país", declaró a la televisión chilena una manifestante.

Entre los problemas que el pueblo chileno ve como acuciantes se encuentran los anuncios de próximos aumentos en las tarifas eléctricas, la inseguridad, las restricciones al consumo de agua por la prolongada sequía, la fuerte desigualdad económica, los altos precios de los medicamentos y el mal funcionamiento del sistema de pensiones. 

Toque de queda

De esta manera, varios vecinos se animaron a confrontar directamente a los Carabineros, mientras que otros fueron más allá e incendiaron buses del transporte público. Las estaciones del Metro permanecían clausuradas luego de que por varios días grupos de estudiantes secundarios instrumentaran "evasiones masivas" ingresando en masa para saltar los molinetes.

Durante toda la noche del sábado en Santiago y Valparaíso rigió un toque de queda que determinó que nadie esté autorizado a circular por las calles hasta las 7 del domingo. La última vez que se decretó esta medida fue luego del terremoto y tsunami del 2010.