Después de que se diera a conocer la masacre de la familia LeBarón, las autoridades mexicanas sospechan que el brutal ataque fue cometido por miembros del cártel de Juárez y de su brazo armado, La Línea. Según revelaron en las últimas horas los niños que sobrevivieron al ataque, sus madres intentaron explicarle a los criminales quiénes eran, aunque ellos no las escucharon y las asesinaron a sangre fría.
En base lo que se pudo reconstruir, lo que se cree que ocurrió es que Rhonita Maria Miller, Dawna Langford y Christina Marie Langford Johnson conducían cada una sus respectivas camionetas en compañía de sus hijos, cuando uno de los vehículos sufrió un pinchazo en una rueda y debieron detenerse para solucionarlo. Durante esa espera, es cuando el ataque se inició, ya que según dijeron los menores, un grupo armado apareció y casi sin mediar palabra abrió fuego contra ellos.
Debido a que uno de las municiones perforó la entrada de combustible, la camioneta se incendió y Rhonita y sus hijos, dos de ellos con unos meses de edad, murieron en el incendio. Cuando los otros dos vehículos que venían detrás vieron lo que había pasado, siguieron unos kilómetros más para pedir ayuda, aunque rápidamente fueron interceptados por el mismo grupo.
Los niños que sobrevivieron a la masacre le contaron a su familia que Christina Marie, una de las víctimas, bajó del auto con las manos en alto, y que intentó decirle a los agresores que sólo viajaban mujeres y niños, aunque no la escucharon y le dispararon.
Además de las tres mujeres, fueron asesinados otros seis niños, mientras que otros cinco resultaron lastimados. El único que no tuvo heridas fue Devin Blake Langford, de 13 años, quien en seguida se hizo cargo de la situación y caminó 22 kilómetros de regreso a La Mora, donde vivían, para pedir ayuda.
Lee más. "Pensé que me habían matado": el crudo relato del futbolista que fue baleado y perdió un ojo
“Después de presenciar cómo su madre y sus hermanos morían baleados, Devin escondió a sus otros seis hermanos entre los arbustos y los cubrió con ramas para mantenerlos a salvo mientras iba a buscar ayuda”, contó una de las familiares, Kendra Miller. “Como tardaba mucho en regresar, su hermana de 9 años dejó a los otros cinco”, agregó la mujer, quien además aclaró que la nena fue encontrada después, luego de haber estado perdida por horas.
Al parecer, los asesinos eran miembros del cártel de Juárez y de su brazo armado, La Línea, cuyos integrantes entraron al territorio del cártel de Sinaloa y establecieron un puesto de avanzada armado. Juárez aparentemente quería enviar el mensaje de que controlaba la ruta a Chihuahua, cuando las tres camionetas quedaron en el medio, y por equivocación, fueron baleadas.
En conferencia de prensa, este miércoles el general de la Secretaría de Defensa de México, Homero Mendoza, detalló que el 4 de noviembre, mismo día del ataque a la familia, se registró un enfrentamiento entre miembros del grupo de La Línea y los Salazar en el municipio de Agua Prieta en Sonora, a la altura de la frontera con Estados Unidos.
Según las investigaciones de la fiscalía general, se asume que “ante la amenaza de los Salazar de ingresar a Chihuahua, la organización delictiva La Línea decidió mandar una célula para impedir la penetración de ese grupo” y es a esa célula a quien se le atribuye la agresión a la familia LeBarón.
Hasta el momento, un solo sospechoso fue arrestado en la masacre de nueve miembros de una familia de una comunidad mormona en el lado mexicano de la frontera con Estados Unidos. Según indicó la Agencia Ministerial para Investigaciones Criminales, el sospechoso estaba reteniendo a dos rehenes atados y amordazados en las colinas de Agua Prieta, en el estado de Sonora y además, tenía varios rifles y una gran cantidad de municiones.
Las víctimas vivían en el estado de Sonora, a unos 110 kilómetros al sur de Douglas, Arizona, en la comunidad de La Mora, la cual se fundó hace décadas. Muchos de los que viven ahí, se identifican como mormones a pesar de que no están afiliados a ninguna iglesia.