10 Mayo de 2018 11:45
Tal como el acontecimiento lo amerita, la boda del príncipe Harry y Meghan Markle -que se llevará a cabo el 19 de mayo- ya está planeada paso a paso, con todos los detalles cuidados al extremo.
La capilla de St. George, lugar de la ceremonia.
Así, se estipula que la jornada comience a las 9 (hora local) con los primeros invitados llegando al castillo de Windsor, donde está ubicada la capilla de St. George, en la cual tendrá lugar la ceremonia religiosa.
Veinte minutos después de las 11, comenzará el arribo de los miembros de la familia real británica. Tal como indica el protocolo, la reina Elizabeth II será la última en llegar, apenas minutos antes que Markle.
Escándalo: el medio hermano de Meghan Markle le recomendó al príncipe Harry que no se case con ella
El príncipe Harry, por su parte, hará su aparición 15 minutos antes del comienzo de la ceremonia acompañado por su hermano y padrino de la boda, William. Como la tradición lo indica, ambos deberán llegar a pie y entrar por las escaleras ubicadas al oeste.
La novia, mientras tanto, arribará en auto junto a su madre, Doria Ragland, y entrará a la capilla del brazo de su padre, Thomas Markle. Su ingreso estará acompañado por un grupo de niños y niñas de la familia real, entre los cuales estarán George y Charlotte, los dos hijos mayores del príncipe William y Kate Middleton.
El príncipe William será el padrino de la boda de su hermano.
El oficio religioso, finalmente, dará inicio al mediodía y estará a cargo del dean de Windsor, David Conner, y el arzobispo de Canterbury, Justin Welby. Luego, el flamante matrimonio subirá a un carruaje a bordo del cual recorrerá durante unos 25 minutos diferentes lugares de la localidad.
Ansiedad y preparativos
Mientras esperan el gran día, tanto Harry como Meghan comenzaron un régimen saludable destinado no sólo a llegar a pleno sino también a combatir el stress que, dicen, hizo que la novia bajara cerca de 10 kilos.
Así, el príncipe dejó de fumar y ambos abandonaron casi por completo el alcohol, aunque Markle no puede evitar alguna que otra copa de vino a la tarde.
Meghan, además, se ejercita bajo las órdenes de una instructura, encarando una rutina de running acompañada por pilates, yoga y meditación para calmar los nervios.
Aunque aún no se sabe quién diseñará su vestido de novia, fotografías de Harry abandonando las oficinas de la casa de alta costura Ralph & Russo reforzaron las sospechas sobre la autoría.