En el 2006, la revista financiera norteamericana Forbes publicó una lista de los 10 gobernantes más ricos del planeta. Encabezándola, se encontraba el rey árabe Abdullah Bin Abdelaziz, con una fortuna de 21 mil millones de dólares. En séptimo lugar estaba Fidel Castro.
De acuerdo a Forbes, la fortuna de Castro se calcula en 900 millones de dólares.
La publicación calculó que 900 millones de dólares llenaban las arcas del fallecido líder de la Revolución Cubana. De acuerdo a las estimaciones previas de Forbes, esta cifra representaba un enorme incremento en su patrimonio: tres años antes, Castro contaba con 110 millones de dólares.
Fidel, por supuesto, montó en cólera al enterarse de la publicación de la lista, acusando de "libelo" a Forbes y amenazando con iniciar acciones legales ante lo que calificó como una "infamia".
Lujo en secreto
Sin embargo, luego de su fallecimiento, la revista volvió a la carga trayendo otra vez a la palestra las cifras de su fortuna y describiéndola como "mucho para una sola persona en un sistema de racionalización".
Castro acusó públicamente de "infamia" a la revista Forbes.
Forbes, además, subrayó que "la vida de lujo le atraía" pero que sin embargo "por razones de seguridad, la vida personal y paranoica de Castro, y sus residencias, se convirtieron en secretos bien guardados. Incluso los cubanos no sabían dónde vivía".
Según la publicación, el origen familiar de Fidel no fue modesto sino todo lo contrario: nació en Estancia Las Manacas, una plantación de azúcar de 10 mil hectáreas y 400 empleados en el pueblo de Birán, a 800 km de La Habana.
Cuando abandonó el poder para que su hermano Raúl ocupara su lugar, Castro se retiró a Punto Cero, una residencia de 30 hectáreas en los suburbios de La Habana que, de acuerdo a Forbes "se parece mucho a un vasto complejo militar".
Bonus track de Fidel con Los Simpson