El caos en
Grecia
no tiene fin. Un grupo de jóvenes reaccionaron frente al Parlamento lanzando
bombas y piedras contra la policía, que reprimió con gas lacrimógeno a 12.500 manifestantes.
El episodio sucedió en el marco de las protestas contra “las medidas de rescate” aprobadas por los legisladores para lograr un acuerdo con los acreedores.
La policía informó que
50 personas fueron detenidas. Los incidentes se iniciaron cuando
los legisladores debatían las medidas necesarias para iniciar las negociaciones sobre el nuevo plan de rescate para evitar el colapso financiero.
Los incidentes dejaron 50 detenidos.
Los activistas apedrearon tiendas y prendieron fuego, al menos, un vehículo. Esta protesta se convierte en la más violenta desde que el partido de izquierda Syriza llegó al poder en enero de este año, prometiendo combatir la política de ajuste.
La ley de ajuste aprobado convulsiona al pueblo griego: contempla alzas a los impuestos y reformas al sistema de jubilaciones que condenará a los ciudadanos a más años de crisis económica.
indignación en el gobierno
La legislación ha provocado indignación entre integrantes de Syriza y llevó a una revuelta interna contra el primer ministro griego Alexis Tsipras, quien insistió en que el acuerdo alcanzado el lunes con los acreedores tras una cumbre que duró 17 horas era la única opción para evitar el colapso financiero del país.
"Fue el día más difícil de mi vida. Fue una decisión que me pesará el resto de mi vida. No teníamos otra opción", expresó el ministro de Finanzas, Euclid Tsakalotos.
Los empleados públicos hicieron una huelga que alteró el transporte y provocó el cierre de los servicios estatales en todo el país. Se prevé que muchos legisladores de Syriza rechacen el plan y voten en contra de la ley, lo que genera dudas acerca de la supervivencia del gobierno en su forma actual.
crisis y corralito
Los griegos enfrentan, como los argentinos con las medidas de Domingo Cavallo en 2001, los límites al retiro de efectivo en los bancos y las transferencias del extranjero. Los bancos están cerrados desde el 29 de junio y el Ministerio de Finanzas informó que seguirán cerrados hasta el jueves.La liquidez de los bancos está en baja y el Estado casi se ha quedado sin efectivo.
El lunes vence el plazo para hacer un pago por 4.200 millones de euros al Banco Central Europeo, y además hay un impago superior a 2.600 millones de euros al FMI.
En este contexto, el plan de rescate por 96 mil millones de dólares supone la garantía que espera el gobierno helénico para mantener al país en la zona del euro.
El Fondo Monetario Internacional, que sostiene que “la deuda es bastante insostenible”, participó en los dos rescates previos a Grecia y también lo hará en el tercero. “Cualquier acuerdo debe contemplar quita de deuda, algo en que los griegos han insistido”, argumenta el FMI.
12.500 manifestantes protestaron frente al Parlamento.
Se estima que las
negociaciones sobre el nuevo rescate durarán
cuatro semanas, lo que obligará a los ministros de Finanzas de la zona euro a esforzarse para aportar dinero con prontitud a Atenas.