El salmón será el primer animal transgénico apto para el consumo humano. Así lo decidió el organismo regulador, la Administración de Alimentos y Medicamentos estadounidense (FDA).
Un nuevo salmón.
El “nuevo” salmón crecerá en la mitad del tiempo que su pariente natural. Será criado por la empresa biotecnológica estadounidense AquaBounty en tanques en tierra en la isla canadiense del Príncipe Eduardo (Canadá) y en Panamá.
Tanques para la crianza.
El pez AquAdvantage será un salmón atlántico modificado con ADN del salmón real, una especie del Pacífico. La “adición” permitirá que los peces produzcan más hormona del crecimiento, alcanzando en un año y medio la talla de los tres.
Salmón real, el “agregado” al transgénico.
La aprobación tardó cinco años, por las protestas de las organizaciones antitransgénicos, que esgrimieron el temor a los efectos de un escape al medio ambiente.
Así prefieren verlo algunos ambientalistas.
Las instalaciones de crianza estarán alambradas y vigiladas por patrullas con perros. La idea, además, es producir únicamente hembras esterilizadas.
El nuevo pez podría pasar desapercibido: la FDA no va a obligar a AquaBounty a etiquetarlo como transgénico, porque "es tan seguro y nutritivo como el salmón atlántico no modificado genéticamente".
La empresa responsable dice que es tan nutritivo como el “original”.
No es la primera polémica con el tema. El 12 de septiembre, BigBang había informado sobre las dudas en torno a la toxicidad que puede generar el pez que nada contra la corriente.