12 Marzo de 2020 15:22
La novedad la difunde la colega Natalia Gelós en su muro de Facebook. Parece tan increíble lo que cuenta, que la única reacción es la sorpresa. Consecuencias imprevistas del temible coronavirus.
"Casi la mitad de los turistas desaparecieron en Tailandia. El coronavirus los espantó. En ese juego de fichas de dominó que se empujan unas a otras, pasan cosas de película. En Lopburi viven miles de monos divididos en dos pandillas: los del templo y los de la ciudad. A todos ellos les suelen dar de comer los viajeros como acá los viejos les dan de comer a las palomas en las plazas, y ahora que se fueron los que hacían eso, el hambre entró en escena", escribe Gelós.
Y agrega: "Entonces cientos de ellos van de un lugar a otro desesperados en busca de algo que los alimente. Ya no hay línea territorial. A veces, cuando uno encuentra algo, una banana, una fruta podrida, recibe la estampida de decenas de otros que entran en pelea para tratar de comer. Ahí andan, desesperados, de aquí para allá".
Las imágenes de cientos de monos corriendo por las calles en busca de algo para comer se hicieron virales en las últimas horas. Pero todavía la novedad no circuló de la misma manera.
Un sitio europeo sostiene que Lopburi es un popular destino turístico, donde los visitantes suelen alimentar a los miles de monos que viven cerca de los templos de la ciudad.
Pero con la declarada pandemia, la cantidad de visitantes bajó tan drásticamente que no hay personas para que alimenten a estos monos que sobreviven de la buena voluntad de los turistas.
Descendiente de los dioses
Un viejo cable de la agencia de noticias española EFE, cuenta el porqué de los miles de monos en la ciudad de Lopburi: son considerados descendientes de una divinidad, de acuerdo con una leyenda local."Los simios descendientes del dios-mono Hanuman viven como reyes en la ciudad tailandesa de Lopburi, donde son alimentados dos veces al día por las autoridades locales y campan a sus anchas por calles y templos", dice el cable.
Y estima que hay más de 3.000 macacos (Macaca fascicularis) en la ciudad, situada unos 150 kilómetros al norte de Bangkok, aunque las mayores colonias están en el templo de estilo jemer Prang Sam Yot y el altar Phra Karn dedicado al dios Vishnu."La razón por la que sean tolerados y hasta agasajados es debido a la leyenda según la cual son descendientes de Hanuman, que ayudó al príncipe Rama (avatar de Vishnu) a vencer al demonio Thotsakan, según el poema épico de origen hindú "Ramakian" (versión tailandesa del "Ramayana" indio)". agrega EFE.
El texto cuenta que bandadas de monos escalan los árboles, las farolas y las fachadas de los edificios que tienen rejas en las ventanas para evitar las visitas inesperadas de los simios.En Prang Sam Yot, construido en el siglo XIII, los macacos se bañan en pequeños estanques, descansan en torno a las tres grandes torres del monumento o se encaraman a los turistas en busca de comida o cualquier objeto que les llame la atención.
Mientras los devotos encienden sus velas y dejan el incienso ante la estatua dorada de Vishnu en el cercano Phra Karn, los monos se balancean en las ramas de una gran higuera sagrada en el recinto o se dan un festín con plátanos, melones y todo tipo de frutas.