Pasaron 27 días desde que Joaquín “El Chapo” Guzmán se esfumó del penal federal de alta seguridad del Altiplano, ubicado en el municipio de Almoloya de Juárez, a sólo 67 kilómetros del Distrito Federal de México. La búsqueda, liderada por el gobierno local y la Agencia Antidrogas Estadounidense, maneja la premisa de que sigue en tierra azteca. “Puede haber regresado a Sinaola, porque ahí tiene a su familia y contactos”, confirmó Chuck Rosenberg, administrador de la DEA.
Este es el túnel de 1,5 kilómetros de longitud por el que se escapó.
Sin pruebas concretas, los investigadores sustentan su hipótesis en las anteriores fugas del líder narco. “Su fuga representa un peligro para la seguridad de nuestros países. Seguiremos trabajando de cerca con nuestros colegas mexicanos para ofrecer la mayor cantidad de recursos posibles para asegurar su detención”, agregó.
La peligrosidad del “Chapo”, quien confesó haber asesinado entre 2000 y 3000 personas, multiplicó en cuestión de horas los recursos habilitados por ambas naciones. Estados Unidos, por su parte, anunció que pagará cinco millones de dólares a quien le acerque información valiosa de su paradero. México, en tanto, sumó otros 3.8 millones.