30 Mayo de 2018 14:14
El martes, la noticia de la muerte del periodista ruso Arkady Babchenko, conocido por su postura crítica frente al gobierno de Vladimir Putin, conmocionó a Europa.
Babchenko se habría convertido en blanco del gobierno ruso.
Según reportaban los canales noticiosos, el trabajador de prensa había sido abatido por disparos de arma de fuego cerca de su casa en Kiev, la capital de Ucrania.
Sin embargo, la historia dio un giro de película cuando, un día después, Babchenko apareció sano y salvo en una conferencia de prensa organizada por la policía ucraniana.
Allí el periodista explicó que había fingido su propio fallecimiento, en coordinación con las fuerzas de seguridad, como estrategia de protección y señuelo para atrapar a un grupo de personas que lo había amenazado de muerte.
De acuerdo con la policía ucraniana, luego de que Babchenko denunciara estar en peligro, decidieron montar una operación conjunta para recolectar evidencia.
En el blanco del Kremlin
La investigación apuntó nada más y nada menos que hacia los servicios secretos rusos, y una persona fue detenida en conexión con las amenazas.
Según se difundió en medios locales, el gobierno de Putin le habría pagado unos 30.000 dólares a un ex soldado ucraniano para que asesinara a Babchenko.
La vocera del ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, Maria Zakharova, declaró que aunque estaba aliviada por el hecho de que el periodista estuviera vivo, la supuesta culpabilidad del gobierno de su país era "un ejercicio de propaganda" por parte de Ucrania.
El periodista ruso Arkadi Babchenko, dado anoche por muerto, reaparece ante la prensa y pide perdón a todos aquellos que pensaron que había sido asesinado https://t.co/R0xjDXF7y3 pic.twitter.com/Od3drx50hA
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Babchenko tuvo que ocultarle el plan incluso a su propia familia y amigos. "Le pido disculpas especiales a mi esposa Olechka. No había otra opción", señaló agregando que la operación secreta fue diseñada durante dos meses.
"Para rastrear y documentar la cadena desde el asesino hasta los organizadores del complot, era necesario crear la confianza absoluta en que la orden había sido ejecutada", explicó por su parte el funcionario ucraniano Anton Geraschenko. "De esa manera, los forzamos a tomar una serie de decisiones que fueron documentadas por la investigación".