En una extensa y sincera entrevista con la revista Newsweek, el príncipe Harry de Inglaterra se refirió con gran emoción al hecho que cambió su vida para siempre: la muerte de su madre, Lady Di.
Harry admitió que el funeral de su madre lo traumó profundamente.
Y aunque el funeral de la princesa ocurrió hace casi dos décadas, su hijo lo recuerda como si fuera ayer. "Mi madre acababa de morir y tuve que caminar un largo trecho detrás de su ataúd, rodeado de miles de personas mientras millones más lo veían por televisión", rememora el joven de 32 años en charla con la revista Newsweek. "No creo que a ningún niño habría que pedirle que haga eso bajo ninguna circunstancia. Creo que hoy no pasaría".
Según Harry, ese hecho lo traumó profundamente y lo llevó a una adolescencia descontrolada durante la cual bebió demasiado alcohol, llevó a usar un uniforme nazi en una fiesta de disfraces y a ser fotografiado desnudo en una fiesta en Las Vegas.
Sin embargo, años después decidió darle una vuelta de tuerca a su vida. "Mi búsqueda comenzó alrededor de mis 25 años", confesó. "Necesitaba arreglar los errores que estaba cometiendo".
Diana junto a los pequeños William y Harry.
Así, a los 28 años y por consejo de su hermano William decidió acudir a la ayuda psicológica. "Comencé a escuchar a la gente y decidí usar mi rol para hacer el bien", relata. "Ahora estoy lleno de energía, me encanta llevar adelante asuntos de caridad, conocer gente y hacerla reir. Aún tengo un costado travieso del cual disfruto y que me ayuda a relacionarme con personas que también se han metido en problemas".
Una vida común
Y las lecciones que le dejó su madre también le sirven como apuntalamiento. Así, Harry asegura que Lady Di le mostró lo importante de "llevar adelante una vida común, incluyendo llevarnos a mi y a hermano a conocer gente sin hogar".
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"Por suerte no estoy completamente apartado de la realidad. La gente se sorprendería de lo normales que son las vidas que William y yo tenemos", agregó. "Yo hago mis propias compras, aunque me preocupa que alguien me fotografíe con su teléfono celular. Pero estoy decidido a llevar una vida ordinaria, y si tengo la suerte de tener hijos, quiero que ellos también la tengan. Incluso si fuera rey, haría mis propias compras".
Una publicación compartida de Kensington Palace (@kensingtonroyal) el 15 de Jun de 2017 a la(s) 4:01 PDT
Y lo cierto es que incluso su pareja, la actriz Meghan Markle, refleja esa búsqueda de "normalidad": es una joven divorciada, abiertamente feminista y de herencia mestiza, con madre blanca y padre afroamericano.