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El argentino que llenó de marihuana Uruguay: "Producir es caro, pero en Argentina daría muchísimo trabajo"

Fernando Saicha es dueño de Symbiosis, una de las empresas que cultiva y provee de cannabis legal a Uruguay. Pide por la legalización en Argentina y asegura que si el país sigue el ejemplo de los vecinos, se presentaría en la licitación de los campos.

04 Mayo de 2018 19:58
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El martes 10 de diciembre de 2013 Fernando Saicha se acercó a un senador uruguayo y le ofreció una flor de marihuana. Hacía pocos minutos que Uruguay había dado un paso de avanzada en el continente al legalizar el consumo y la producción de cannabis. El hombre del Frente Amplio lo miró y aceptó gustoso. Saicha la sacó del bolso y se la entregó en la mano. “¿Tanto despiole por esto?”, le preguntó el senador, entre divertido y asombrado.

Fernando Saicha, en pleno cultivo de marihuana, en la ciudad de Libertad, a 54 kilómetros de Montevideo.

Fernando Saicha es argentino y años atrás se presentó en la licitación que abrió el gobierno uruguayo para el cultivo estatal de marihuana, mediante su empresa, Symbiosis. Junto a otra empresa, International Cannabis Corp, proveen a todo el país del cannabis que se puede comprar desde julio del año pasado en farmacias en paquetes de hasta 10 gramos por semana por persona. Cada gramo le cuesta al consumidor alrededor de un dólar con treinta.

Este sábado se llevará a cabo la Marcha Mundial de la Marihuana, un evento que se realiza desde 1999 en decenas de ciudades de todo el mundo, que tiene el objetivo de despenalizar la tenencia, el consumo y la plantación de la marihuana, así como terminar con la criminalización. 

Unos minutos después de convidarle marihuana a un senador, Saicha se cruzó con la senadora Lucía Topolansky, esposa de Pepe Mujica, y le lanzó: “¡Lucía! ¡Decile a Cristina que haga lo mismo en Argentina!”. La respuesta, irónica, no tardó en llegar: “Me parece que Cristina ahora está con otros quilombos”.

En estado puro. El gramo se vende a U$D 1,3, con un tope de 40 gramos por mes por consumidor.

El empresario venía de un palo distinto, la producción audiovisual. Sin embargo, desde hace varios años comenzó a interesarse por el mundo que rodea a la marihuana: sus distintas variedades, usos, tipos y producciones. Comenzó asesorando al gobierno uruguayo y cuando se lanzó la licitación, se hizo una pregunta: “¿por qué no?”.

 

“Fundé la empresa, hice el proyecto técnico de cultivo, entrené a los trabajadores y ahora la gente está feliz, con el producto en la farmacia”, cuenta Saicha en diálogo con BigBang. Dice que fue un proceso de aprendizaje, tanto para él como para el gobierno uruguayo: “El Ministerio de Salud no sabía muy bien qué debía controlar, hubo idas y vueltas, es un cultivo complejo”.

En un invernadero de 70 metros por 70, Saicha produce la mitad de la marihuana que se vende en las farmacias. El empresario aclara que es solo para consumo recreativo - es decir, para fumar -, aunque con las flores también se podrían cocinar brownies o fabricar aceite cannabico. “Es caro producir porque la planta es anual. Es un cultivo intensivo, que exige mucha electricidad, pero daría muchísimo trabajo”.

Marihuana legal. Saicha, en el invernadero de 70 por 70 ubicado en Uruguay.

Pero antes de retirarla de un paquete prolijo, armar un porro y fumarla, la marihuana siguió un camino en el que intervienen desde bioquímicos hasta transportistas. De un esqueje la planta se debe enraizar, luego vegetar, después florar, madurar, cosechar, secar y recién allí se empaqueta. El proceso, incluso, comenzó mucho antes, con el arribo de los primeros plantines al campo también provisto por el Estado, ubicado en la ciudad de Libertad, a 54 kilómetros de Montevideo.

 

Ese arribo merece un capítulo aparte. De ese día, Saicha recuerda ver camiones sin identificación, con hombres armados con ametralladoras y el rostro cubierto que comenzaron a bajar las pequeñas macetas. Eran policías que custodiaban la plantación, que después de muchos procesos y cuidados sería vendida en las farmacias.

La marihuana que se vende es para consumo recreativo.

-Si Argentina iniciara un proceso similar al que realizó Uruguay, donde junto a otra empresa vos ganaste, ¿te inscribirías?

-Sí, claro. Yo preferiría haberlo hecho allá toda la vida. Es más cómodo, es mi país, conozco gente, que conoce gente. Cada vez que sale un artículo es un bombardeo de mails, de gente pidiéndome datos, ayuda, preguntándome. Eso es una cuestión de estado, salud pública. Sí, me inscribiría.

A full. Saicha dice que está prohibido fumar en el cultivo, pero que a veces lo hacían.

-¿Fumaban algún porro cuando trabajaban?

-En realidad no se puede. El predio es del gobierno y si bien no está prohibido, no está permitido. Lo que pasa es que estás dentro de un entorno de trabajo, hay maquinaria, es un cultivo industrial, es una planta industrial, máquinas semi-pesadas. No es conveniente. Pero bueno... algún viernes a la tarde, en el asado con los cultivadores... Sí.

Saicha dice que es caro producir, pero que genera muchos puestos de trabajo.

-¿Te pasó de impactarte al ver el invernadero?

Sí... es muy fuerte. Fueron muchas cosas fuertes. El impacto de ver un invernadero florado al mango es tremendo. Pero lo que más me impactó fue un día que iba por la ruta camino al invernadero y a unos tres kilómetros de distancia sentí el perfume, sentí el olor. Es maravilloso.