Younes Abouyaaqoub, señalado por las autoridades españoles como el autor material del atentado en Las Ramblas de Barcelona, fue abatido hoy por los Mossos d'Esquadra y las autoridades sospechan que fue reclutado por una autoridad religiosa. En el ataque que perpetró el joven murieron 15 personas y un centenar resultaron heridas de distinta gravedad.
Abouyaaqoub se mudó a los cuatro años a Ripoll.
Abouyaaqoub nació en 1995 en la ciudad marroquí de Mrirt. Cuando tenía cuatro años se trasladó con su familia a Ripoll (Girona, España), donde residió toda su vida. Tenía cinco hermanos: uno de ellos era Houssaine, muerto en el tiroteo de Cambrils.
La madre del terrorista salió públicamente a pedirle a su hijo que se entregara.
El terrorista vivía en la calle Santa Magdalena, con su madre, una mujer “destrozada”, según cuentan los familiares. Ella apareció el pasado viernes en la plaza del ayuntamiento de Ripoll y le pidió públicamente a Younes que se entregara, luego desapareció por el asedio de los medios.
Younes trabajaba desde hace algunos meses en Soldatal, una empresa de soldadura y mantenimiento industrial a las afueras de Ripoll. Tenía dos pasiones: los coches y el fútbol.
La antesala del atentado de Barcelona
En una entrevista al diario El País, Aqbouch Abouyaaqoub, abuelo de Younes, pide perdón por lo sucedido y dice que el ataque cometido no tiene nada que ver con la cultura y la tradición marroquíes. Además insisten en que el joven se marchó hace mucho de Marruecos. “Una cosa es segura: mi nieto no terminó sus estudios aquí. Estudió en España”.
Mohamed Abouyaaqoub, de 35 años, vive en Ripoll y conocía a los cuatro terroristas nacidos en la localidad marroquí: los hermanos Omar y Mohamed Hychami y Houssaine y Younes Abouyaaqoub. “Eran gente muy tranquila”, dice. “Los cuatro hablaban español y catalán perfectamente. Jamás sospeché de ellos. Creo que fue el imán (guía de oración) de Ripoll el que los convenció. Yo iba también a la mezquita del imán y nunca le escuché decir nada de Daesh (Estado Islámico) ni de la lucha armada. Creo que esos mensajes los transmitía después en un piso de Barcelona, no en la mezquita”.
Según relata el periódico, un primo de dos de los participantes en los atentados de Barcelona, indica que “eso de que la radicalización de los chicos fue rápida es mentira”. Y explica que “desde hace al menos un año el imán se reunía con algunos de ellos fuera de la mezquita”.
Así indica que el imán Abdelbaki Es Satty se reunía con frecuencia en su furgoneta con los jóvenes. Durante un año, los terroristas se habrían reunido de forma extremadamente discreta. “Si se cruzaban en algún sitio que no fuera la furgoneta, se saludaban como si fueran desconocidos”.
El joven cree que fue en junio, durante el Ramadán, cuando perdieron el miedo a morir.“Creo que fue ahí cuando ya sabían lo que iban a hacer. Desde ese momento se empezaron a comportar de una manera muy cariñosa con sus madres y con la familia, estaban mucho en casa y siempre atentos a sus familiares". Éste es un comportamiento ya registrado en muchos jóvenes musulmanes radicalizados antes de llevar a cabo un atentado.
“Los islamistas se aprovechan de los menores para conseguir sus fines”, afirma un vecino. “Moussa Oukabir era un menor de 17 años. ¿Qué puede saber un chico así del mundo? Esos niños tienen la cabeza vacía y Daesh se las llena”, afirma.