Una ola de calor espantosa genera numerosos inconvenientes entre los habitantes de Nueva Delhi, capital de la India. Las temperaturas llegan hasta los 46 grados centígrados y obligaron a las autoridades a adelantar las vacaciones de verano y cerrar las escuelas por precaución.
El año pasado, la ola de calor provocó cientos de muertos. Las autoridades intentan que esta vez no ocurra lo mismo.
Se supone que las temperaturas podrían subir aún más. Según informó la agencia de noticias española EFE, otros once estados podrían imitar la medida. La sequía está haciendo estragos en la producción agrícola de la India. El año pasado, una ola de calor similar concluyó con cientos de muertos. Por esto, se trata de evitar que esta vez vuelva a ocurrir lo mismo.