17 Marzo de 2019 10:30
“Lo sentimos mucho por esas familias, por las muertes y los heridos”. Así comenzó la entrevista que le dio la familia australiana de Brenton Tarrant, el hombre que asesinó a 50 personas en dos mesquitas el viernes en Christchurch (Nueva Zelanda). En el ataque, que fue transmitido por Facebook Live en directo desde la cuenta de Tarrant, dejó más de 36 heridos que se encuentran internados de acuerdo a lo que difundieron las autoridades.
Terrant transmitió en vivo la masacre.
"Desde que viajó al extranjero creo que este chico ha cambiado completamente al chico que conocimos", señaló su tío, Terry Fitzgerald. El australiano empezó a viajar tras la muerte de su padre hace varios años, y en los últimos tiempos vivía en la ciudad neozelandesa de Dunedin. Según su abuela, Marie Fitzgerald, volvió a Australia hace un año por el cumpleaños de su hermana y no parecía cambiado. "Era simplemente él mismo", afirmó en el canal local Channel 9.
Ataque terrorista en Nueva Zelanda: al menos 49 muertos en atentados transmitidos por Facebook
“Era un nene normal, al que le gustaban las computadoras. Pero lo que sucedió no tiene vuelta atrás; todo cambió totalmente”, agregó la señora de 81 años. "Es muy difícil admitir que alguien de nuestra familia pueda hacer algo así", añadió desde su casa en el estado australiano de Nueva Gales del Sur.
El atentado terminó con 50 muertos en dos mezquitas.
Tarrant ya comenzó a ser juzgado por las autoridades y manifestó que el motivo detrás de la masacre fue “la supremacía blanca”. Por otro lado el comisionado de la Policía neozelandesa, Michael Bush, anunció hoy el aumento de 49 a 50 del número de víctimas. En una rueda de prensa realizada en Wellington, Bush precisó que una de las víctimas mortales fue hallada en la mezquita de Al Noor, que junto con la mezquita de Linwood fueron escenarios de los ataques que dejaron medio centenar de heridos, de los cuales 36 siguen hospitalizados, 12 de ellos en terapia intensiva.
La "explicación" de Facebook después de transmitir la masacre en Nueva Zelanda
Bush evitó confirmar si Tarrant, a quien el juez imputó el sábado un cargo de asesinato y contra quien decretó prisión provisional, es el único responsable de los ataques armados en ambas mezquitas de Christchurch. "Hasta la fecha solo una persona está acusada en relación a los ataques. No diré nada concluyente hasta que estemos absolutamente convencidos de que no hay nadie más implicado", dijo Busch. Además de Tarrant, el viernes fueron detenidas otras tres personas, una de las cuales había acudido armada a asistir a unos niños y fue puesta en libertad poco después.
Las imágenes desoladoras que dejó el ataque a las dos mezquitas.
Los otros dos son un hombre y una mujer que fueron detenidos cerca del cordón policial dentro de un coche con varias armas, aunque de momento la policía considera que ninguno de ellos está implicado en el atentado. Según Bush, la mujer ya fue puesta en libertad mientras que el hombre permanece bajo custodia acusado de posesión de armas.
Bush también explicó que la policía intenta identificar a las víctimas para que puedan ser enterrados lo más pronto posible, al reconocer la frustración entre los familiares que quieren realizar los funerales de acuerdo a sus costumbres.
El retraso en entregar los cuerpos provocó tensión con los familiares de las víctimas ya que, de acuerdo al culto islámico, los fallecidos deben ser sepultados antes de las 24 horas posteriores a su deceso. Tanto el gobierno como la policía han mostrado su comprensión y reiterado su interés en satisfacer esta demanda pero pidieron paciencia para que los forenses concluyan la identificación de los cadáveres, informó la agencia de noticias EFE.
"Los cuerpos van a comenzar a ser entregados al final de la tarde. Será un pequeño número", dijo la primera ministra, Jacinda Ardern, que mostró su confianza en poder culminar esta entrega el próximo miércoles, un plazo que excede por mucho lo establecido por el dogma musulmán.
La primer ministro neozelandesa pidió disculpas por la demora en la entrega de los cuerpos a los familiares.
La jefa de los forenses, Deborah Marshall, dijo que la identificación de víctimas comenzó por la mañana y que espera que al final de la jornada puedan entregarse los primeros cadáveres mientras aseguró que su equipo trabaja "tan rápido como puede" siguiendo los estándares internacionales.
"No hay nada peor que dar el cuerpo equivocado a los familiares, que es lo que ocurre cuando se va con prisas", dijo Marshall. Con el tiempo transcurrido, ya están identificados buena parte de las víctimas, cuyos nombres y fotografías comienzan a difundirse poco a poco en la prensa local.
Entre ellos, Mucad Ibrahim, de 3 años, y Abdullahi Dirie, de 4, el hijo menor de una familia de refugiados somalíes.