“Nos encanta pedir comida”, reveló Kate Middleton, la plebeya que en 2011 se convirtió en duquesa de Cambridge al casarse con el príncipe William de Inglaterra. “¿Qué pedimos? Nos gusta mucho el curri”, aportó la futura reina. Pero, ¿cómo se las ingenian para que no les toquen el timbre en el custodiado y lujoso palacio de Kensington?
Lograron idear un plan para poder sortear el protocolo.
“Claro que no podemos pedir que nos la traigan al palacio”, reconoció de inmediato William en diálogo con la BBC. “Lo que hacemos es pedirla por teléfono y después mandamos a alguien a que pase a buscar el pedido. Tampoco podemos ir nosotros”, sumó.
El operativo, inusual para el resto de los miembros de la realeza que también viven en el palacio, ya se aceitó y funciona a la perfección. Pero la pareja suele pelear mucho antes de decidir el pedido.
Son padres de Charlotte y George.
“Siempre es complicado. Ella quiere curri, yo prefiero comida china”, advirtió entre risas el heredero al trono británico, y confesó: “No soy muy bueno con la comida picante, no me gusta mucho”.
Una vez que logran ponerse de acuerdo, la noche sigue con series televisivas. “Hacemos que los chicos se vayan a dormir y vemos varios capítulos seguidos de Homeland o Game of thrones”, aportó Kate.