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El día en que Pablo Escobar fue a Disney en familia y por primera vez tuvo pánico

El fundador del Cartel de Medellín viajó en 1981 a Estados Unidos junto a su familia y disfrutó del parque de diversiones de la Florida. Pero no la pasó bien y las fotos que salieron ahora a la luz así lo confirman.

19 Septiembre de 2016 05:33
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La rudeza la dejó en Colombia. Pablo Escobar viajó junto a su familia en 1981 a Estados Unidos. Además de visitar la Casa Blanca, una irónica postal que hace años recorre el mundo, ahora se supo que el fundador del Cartel de Medellín también viajó a Orlando para disfrutar del parque de diversiones de Disney. ¿El detalle? La pasó mal porque les tenía pánico a las montañas rusas.

 

Escobar le tenía pánico a las montañas rusas y no la pasó bien. 

Aunque solían irse de vaciones seguido a Miami, ese verano la hermana del narcotraficante, Alba Marina, decidió organizar un viaje que incluyó a Pablo, su mujer, María Victoria Henao y el hijo mayor del matrimonio, Juan Pablo, que por entonces tenía cinco años.

Escobar llevó a su mujer, hijo, madre, hermano, hermana y primo al parque.La comitiva se completó con la madre de Escobar, Hermilda; su hermano, Roberto y su primo, Gustavo.

Juan Pablo, de por entonces cinco años, con su ídolo: Mickey.Si bien el Cartel llevaba seis años de actividad ilegal en Estados Unidos, por ese entonces la DEA no perseguía a Escobar y eso le permitía moverse con tranquilidad por el país del norte. Relajado y sin enemigos en territorio “gringo”, el narco colombiano decidió prescindir por primera vez en años de sus guardaespaldas y viajó sólo con su familia.

Escobar en la puerta de la Casa Blanca: una polémica postal que dio vuelta al mundo.Pero lo hizo a lo grande. No sólo contrató un chofer para que los trasladara, sino que además habría desembolsado una fortuna en ropa y juguetes. Además, requirió los servicios de un “agente de viajes” para que lo asesorara sobre cuáles eran las mejores atracciones del parque. Y, pese a su fobia por las montañas rusas, se subió a una para darle el gusto a su heredero, hoy radicado en la Argentina y bajo el nombre de Sebastián Marroquín.