Meghan Markle sabía que en el día de su boda todos los ojos iban a estar puestos en su vestido. El diseño de Givenchy cumplió con las normas protocolares, aunque también con el toque moderno que la ex actriz estadounidense había requerido. Pero hubo dos detalles que pasaron inadvertidos por el público y que fueron pensados por la mujer del príncipe Harry para recordar a su difunta suegra, Lady Di.
Meghan y Harry durante la boda real.
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Según consignaron los medios británicos, un pedacito de tela del vestido de novia que la princesa de Gales lució el día de su boda con el príncipe Charles fue añadido al de Meghan. Además, el ramo de novia que completó el atuendo a la salida de la capilla estaba compuesto por “forget me not”, las flores preferidas de la princesa.
Un pedacito del vestido de Lady Di fue incorporado al de Meghan.
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Fue el propio Harry quien, un día antes de la ceremonia, recogió las flores del jardín privado del palacio de Kensington que se plantó en homenaje a su mamá. Luego, la florista se encargó de esconder dentro del mismo otra de las flores preferidas de Diana, para que la novia tuviera su objeto azul.