La Reina Isabel lleva 64 años de reinado en Inglaterra. Dueña de un estilo tradicional y particular, la monarca nunca se muestra en público sin su cartera de mano. Qué es lo que guarda adentro y por qué es tan especial para los servicios secretos.
La Reina jamás se muestra en público sin su cartera.
La marca elegida desde hace cuatro décadas por la Reina es la prestigiosa casa inglesa, Launer. El modelo, discreto y pequeño, se vende en los locales de Londres a mil libras (19.268 pesos argentinos). Siempre con el mismo tono que sus trajes, también por motivos de seguridad, la cartera es un infaltable en el look real.
Los modelos de la firma inglesa Launer se consiguen por mil libras esterlinas.
¿El motivo? El bolso de mano de la monarca es el método utilizado para comunicarse con los servicios secretos y sus asistentes durante sus apariciones públicas.
Si está cansada y necesita abandonar diplomáticamente una conversación, la Reina sólo tiene que cambiar su cartera de mano y recibirá de inmediato la ayuda de uno de sus asistentes para concluir el diálogo de manera protocolar.
Siempre lleva un crucigrama, por si se aburre en las reuniones oficiales.
Si quiere abandonar un lugar público, por ejemplo, sólo tiene que poner su bolso de mano arriba de la mesa. De esa manera, el servicio secreto sabe que tiene cinco minutos para orquestar el operativo de seguridad y asegurarse de que la Reina llegue a su auto, sin problemas.
Un infaltable en su cartera: los caramelos de miel.
¿Qué lleva adentro? Un billete de cinco libras para donar los domingos en la Iglesia, un paquete de caramelos de miel marca Lozenges, una lapicera, perros y caballos en miniatura (sus amuletos de la suerte), fotos de sus cuatro hijos, un crucigrama (por si se aburre), un lápiz labial y un espejo.