La maratón de Nueva York es una de las más importantes y multitudinarias a nivel mundial, e integra, junto a las de Londres, Chicago, Boston, Berlín y Tokio, el World Marathon Majors, una competición que agrupa a las seis más trascendentes del mundo.
Sin embargo, la historia de José Antonio Tizapa, uno de los miles de participantes de esta edición, está más emparentada con lo humano que con los récords y la alta competencia.
José Antonio Tizapa corrió para pedir por los 43 estudiantes desaparecidos.
Se trata de un inmigrante mexicano que ha participado con la única motivación de recordar a su hijo Jorge Antonio, uno de los 43 estudiantes desaparecidos durante la tragedia de Iguala, cuando policías municipales atacaron a estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos.
“Nosotros no somos atletas profesionales, no tenemos el talento de las estrellas del fútbol de México, pero tenemos un gran corazón y trabajamos duro para hacer que la gente tome conciencia sobre México”, expresó Tizapa, quien a lo largo de los 42 kilómetros llevó camisetas en recuerdo de los estudiantes de Ayotzinapa.
Tizapa junto a otros compatriotas, que también reclamaron por justicia.
“Espero que todo el mundo pueda conocerlo pronto, es muy simpático y hace amigos con facilidad”, dijo en relación a su hijo, sin poder evitar hablar en tiempo presente.
El recuerdo de su hijo Jorge Antonio.
Como tantos otros compatriotas suyos, José Antonio dejó su Tixtla natal para cruzar a los Estados Unidos en busca de un futuro mejor, mientras su mujer y sus tres hijos se quedaron en Guerrero, uno de los estados más pobres de México.
En una entrevista con la cadena NBC, Tizapa lamentó no poder volver a su tierra para acompañar a su esposa, Hilda, en la lucha para exigirle al gobierno azteca que aclare lo ocurrido la noche del 26 de septiembre de 2014.