19 Diciembre de 2015 10:23
El papa Francisco despejó en el día de su cumpleaños 79 el camino para que la Madre Teresa de Calcuta sea santa, y probablemente canonizada el próximo 4 de septiembre.
El sumo pontífice resolvió ayer por la tarde, en el día de su cumpleaños, ratificar el reconocimiento del milagro atribuido a la Madre Teresa y dispuso la promulgación del decreto para su canonización, que podría ser el 4 de septiembre.
“El 15 de diciembre, el caso de una curación extraordinaria fue puesta bajo la última evaluación del congreso de obispos y cardenales reunidos en Congregación, quienes después de haber escuchado la exposición de un 'ponente' han expresado su juicio plenamente positivo para someterlo a la aprobación del papa”, agregó el periódico.
A Teresa de Calcuta se le adjudican dos milagros.
El milagro aprobado ocurrió el 9 de diciembre de 2008 en Brasil y la persona beneficiada fue un hombre adulto que padecía de abscesos múltiples en el cerebro y que debía ser operado. Sin embargo, frente a una terapia que no tenía resultados y sin haber sido intervenido quirúrgicamente, se curó de manera completa y duradera, describe la fuente.
El pasado 10 de septiembre el consejo de médicos de la Congregación para la Causa de los Santos declaró por unanimidad que la curación es “científicamente inexplicable”, paso previo necesario para una canonización.
Asimismo, el voto de los consultores teológicos también fue unánime para encontrar "la perfecta conexión de causa y efecto entre la invocación unívoca a la Beata Madre Teresa y la curación repentina".
Ese fue el segundo milagro, requisito fundamental para la canonización; el primero tuvo lugar el 5 de septiembre de 1998 y la protagonista fue una mujer india de religión animista que padecía un tumor en el abdomen. Se curó después de que le colocaran en la zona una medalla que había pertenecido a la monja.
En 2014, durante su viaje a Tirana, la capital de Albania -de donde era originaria la Madre Teresa-,el papa Francisco relató su encuentro con la beata en el Sínodo de 1994 y la recordó como una religiosa que "no se dejaba impresionar".
"Estaba sentada justo detrás de mí durante los trabajos. Admiré su fuerza, la decisión de sus intervenciones, sin dejarse impresionar por la asamblea de los obispos. Decía lo que quería decir", dijo el papa al sacerdote que hacía de intérprete durante su visita a la tierra natal de la Madre Teresa.
La beatificación de la monja había sido acelerada por el papa Juan Pablo II en diciembre 2002, al promulgar en una misma sesión los decretos por los que se reconocían las virtudes heroicas y un milagro por la intercesión de la religiosa.
Finalmente, Gonxha Bojaxhiu -nombre original de Teresa- fue proclamada beata el 19 de octubre de 2003 en una ceremonia multitudinaria en la Plaza de San Pedro del Vaticano.
La monja nació el 20 de agosto de 1910, en Skopje, capital de la actual república de Macedonia, que por entonces pertenecía a la vecina Albania.
Hija de un rico empresario de la construcción, profesó como religiosa en 1928 en las Hermanas de Nuestra Señora de Loreto, en la casa madre de Rathfarnham (Irlanda), y un año después marchó a Darjeeling porque quería ejercer como misionera en la India, donde dedicaría su vida a los más necesitados.
Desde 1929 a 1937 realizó el noviciado en la comunidad de Loreto, en Calcuta, y el 24 de mayo de ese último año hizo los votos perpetuos convirtiéndose en "esposa de Jesús para toda la eternidad". En tanto, adoptó en 1946 el nombre Teresa en honor a Santa Teresita de Lisieux.
En 1948 inauguró una escuela para niños necesitados y ese mismo año se vistió por primera vez con el sari blanco orlado de azul, el hábito de su congregación.
En 1957 fundó un centro de acogida para leprosos y en 1965, una vez que Pablo VI otorgó a la congregación la aprobación pontificia, fundó las primeras casas fuera de la India, en Caracas y Barquisimeto (Venezuela).
Teresa fundó la Congregación de las Misioneras de las Caridad, que cuenta con 4.500 religiosas de más de 80 nacionalidades, distribuidas en 133 países, donde tienen 710 casas.
Su entierro en Calcuta, el 5 de septiembre de 1997 fue un acontecimiento nacional en la India, millones de pobres acompañaron su cadáver por las calles de la ciudad y al funeral acudieron también jefes de Estado y gobernantes de todo el mundo.