El Papa arribó al campo de concentración nazi de Auschwitz y con un marcado silencio visitó la celda en la cual falleció el sacerdote polaco San Maximiliano Kolbe, asesinado por los nazis, y se reunió con sobrevivientes del holocausto.
"Señor, ten piedad de tu pueblo. Señor, perdón por tanta crueldad", escribió el pontífice en el libro de visitas del campo de exterminio por el que pasaron más de un millón y medio de personas entre 1940 y 1945.
El Papa ingresó al lugar en silencio.
De esta forma Francisco inició un respetuoso recorrido por el lugar donde fueron asesinados más de un millón de personas.
El momento del ingreso
El Papa llegó al lugar a las 9.19 horas (4.17 hora Argentina) y fue recibido por el director del museo del campo. Luego se trasladó en un pequeño coche eléctrico al bloque 11, donde se encuentran las celdas subterráneas en las cuales se encerraban a ciertos prisioneros para que murieran de hambre y sed.
El Sumo Pontífice visitó la celda del polaco San Maximiliano Kolbe.
Allí se encontró con diez sobrevivientes y con 25 integrantes de los "Justos de las naciones", título con el cual distinguió el estado de Israel a quienes, sin ser judíos, se opusieron al holocausto y arriesgaron sus vidas para salvar personas de la persecución durante la Segunda Guerra Mundial.
El Papa saludó y besó, uno por uno, a once sobrevivientes. Sus nombres, y los números que los nazis les tatuaron en el campo de concentración, son: Helena Dunicz Niwinska, (Viena, 1915), prisionera número 64118 en el campo; Alojzy Fros, (1916, Rybnik), prisionero número 136223; Janina Iwanska (1916, Varsovia), prisionera 85595 y Wac?aw Dlugoborski (Varsovia, 1926), prisionero 138871.
También saludó a Zbigniew Kaczkowski (Cracovia, 1921), prisionero 125727; Stefan Lesiak (1927, Pi?czów), prisionero 197204; Valentina Nikodem (Lodz, 1922), prisionera 8737; Marian Majerowicz (1926, Myszkow), número 157715; Eva Umlauf (74 años), número A-26959; Naftali Fürst (1932, Bratislava), prisionero B-14026; y Peter Rauch (Muniche, 1939), prisionero Z-3531.
Bajo un respetuoso silencio, el Sumo Pontífice inició su recorrida por el lugar.
El momento más emotivo se produjo cuando Francisco recorrió los lugares que recuerdan a San Maximiliano Kolbe, el sacerdote polaco que murió en Auschwitz al ofrecerse a cambio de otra persona. Pidió orar solo en la celda donde el santo murió de hambre, en una fecha en la que se recuerda los 75 años de esa acción heroica.
Agenda
Por la tarde, Francisco visitará el hospital pediátrico de Prokocim, uno de los más importantes del país y donde podrá saludar a unos 50 niños que se encuentran hospitalizados.
En esta tercera jornada de su viaje a Polonia, que concluirá el domingo, asistirá en la explanada de Blonia al Vía Crucis organizado con ocasión de la Jornada Mundial de la Juventud y dirigirá unas palabras a los jóvenes.