Después de que su historia dramática diera la vuelta al mundo, la vida de Osama Abdul Mohsen y su pequeño hijo Zaid, de 7 años, dio un giro de 180 grados. El hombre, un refugiado sirio que fue pateado por una camarógrafa en la frontera mientras cargaba a su hijo en brazos, comenzará a trabajar en la Escuela Nacional de Entrenadores de Fútbol (CENAFE), que queda en la localidad de Getafe, en las afueras de Madrid.
En Siria, Osama dirigió al Al-Fotuwa SC, un club de la primera división de su país. Y ahora tiene todo para comenzar una nueva vida en España.
Gracias al ofrecimiento laboral, apenas pisaron suelo español, el pequeño Zaid, quien vivenció el drama y el horror de la huida y la frontera húngara, repetía un nombre: Cristiano Ronaldo. Fanático del jugador portugués y del Real Madrid, el niño y su padre no se pierden un partido del “merengue”. Y hoy cumplieron un sueño: conocer el estadio Santiago Bernabeu.
El pequeño Zaid Abdul, de 7 años, choca las manos con el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez.
Y además padre e hijo tuvieron yapa. Fueron invitados por el presidente del club, Florentino Pérez, a un tour por el estadio y las instalaciones del club, y pudieron compartir momentos con parte del plantel, entre quienes estaba el propio Ronaldo.
Antes del comienzo del entrenamiento de hoy en la Ciudad Deportiva del Madrid en la localidad de Valdebebas. El pequeño, además, se llevó una casaca de Cristiano de regalo.
Un nuevo comienzo: después del drama, la vida le da una nueva oportunidad a la familia de Osama.
Además de Ronaldo, la familia posó con Pepe, Kiko Casilla, Denis Cheryshev, Luka Modric, Toni Kroos y Lucas Vázquez, y el sábado podrá ver el partido contra el Granada desde el palco.