12 Febrero de 2017 20:44
El entretenimiento virtual es un negocio multimillonario, adictivo y a veces peligroso, ya que los usuarios pueden llegar a confundir la realidad de la ficción y enfrascrase horas frente a las pantallas. Este es el caso de Japón, donde la moda top entre las mujeres es tener un romance con un novio virtual, sin temor a que les sorprenda su pareja real.
Ya hay adictas al juego de relación virtual.
"Es irresistible", afirma Miho Takeshita, una mujer de 30 años fanática de los videojuegos de simulaciones amorosas. "Aunque parezcan completamente irreales, al final una acaba albergando sentimientos hacia estos personajes" que, aunque reconoce y tiene claro que son simuladores, ofrecen una experiencia que no siempre ocurre o tienen a mano en la vida real: la de un amigo disponible en cualquier momento", explica a RT.
Una de las opciones de "cybernovio".
La nueva generación de videogames orientados hacia el público femenino están basados en una historia de amor con un chico virtual, caracterizado al estilo de los dibujos animados y el manga japonés. El jugador interactúa con el personaje a través de una trama que le ofrece diferentes posibilidades de diálogo y de decisiones que, en función de las que escojan, harán evolucionar la historia de amor.
Adictivo, para jóvenes y no tanto.
A diferencia de los simuladores de este género destinados para el público masculino, cuyos juegos pueden llegar a mostrar contenido sexual explícito, los juegos para las mujeres giran más en torno a las fantasías, aventuras y experiencias junto a un "amor ideal", explica Natsuko Asaki, productora de 'Ikemen" ("Chicos guapos") y que ha tenido más de 15 millones de descargas.
Variedad y cantidad. Amar a un algoritmo.
Un dato curioso es que según una encuesta el 80% de las adictas a este tipo de simuladores son, cada vez más, mujeres casadas que juegan después del trabajo y antes de dormir.
Estos juegos tan populares pueden resultar muy adictivos: requieren que sean jugados con regularidad para no perder el progreso y la relación con el 'novio virtual'.
