Después de 48 horas marcadas por la euforia, primero, y la violencia y el caos, después, el líder antichavista y presidente interino proclamado por la Asamblea Nacional venezolana, Juan Guaidó, apuesta a retomar la iniciativa junto a sus aliados internacionales en la cumbre del Grupo de Lima, que se llevó a cabo este lunes en Bogotá, Colombia.
La cumbre del Grupo de Lima en Bogotá, Colombia.
Con las fronteras terrestres y marítimas aún cerradas, el domingo transcurrió en relativa tranquilidad, con muchas reacciones verbales, acusaciones cruzadas y algunos grupos pequeños de venezolanos que intentaron, sin éxito, reeditar la tensión en los pasos fronterizos en Pacaraima, Brasil y en el Puente Francisco de Paula Santander, que conecta con Colombia.
La reunión que se realizó durante esta jornada procuró intensificar el "cerco diplomático" al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
Además de los cancilleres, también participan Juan Guaidó, proclamado presidente interino de Venezuela por la Asamblea Nacional, y los presidentes de Colombia, Iván Duque; Jimmy Morales, de Guatemala; Juan Carlos Varela, de Panamá; y los vicepresidentes de Estados Unidos, Mike Pence, y de Brasil, Hamilton Mourão.
La reunión se produce dos días después de que el intento de ingresar ayuda humanitaria a Venezuela por pasos fronterizos con Colombia y Brasil terminara en violencia, muertos, heridos y un sinfín de acusaciones cruzadas entre el chavismo y el antichavismo.
En este contexto, el presidente de Bolivia, Evo Morales, le reclamó al Grupo de Lima que busque una solución dialogada para la crisis política de Venezuela y evite "una guerra en América latina".
"Hermanos Presidentes del Grupo de Lima: respetando nuestras diferencias políticas y como líderes democráticamente electos les pido, con mucho respeto, que busquen una solución mediante el diálogo", escribió el mandatario boliviano en su perfil de Twitter.
Por otra parte, el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, ratificó en Bogotá que la Casa Blanca está "100%" con Guaidó, mientras el gobierno colombiano pidió "cerrarle el camino a la dictadura de (Nicolás) Maduro".
Además, pidió en la cumbre del Grupo de Lima que los países de la alianza impongan sanciones al gobierno de Maduro, como el congelamiento de los activos de la empresa petrolera estatal Pdvsa, "denegar todo acceso a financiamiento externo" y entregar el control de las cuentas y activos del Estado venezolano en cada país al presidente interino Juan Guaidó.
Mike Pence le dio su total apoyo a Guaidó.
Tras hacer un repaso de la escalada de violencia que se vivió en los últimos días en los principales pasos fronterizos terrestres de Venezuela y que dejó entre cuatro y cinco muertos, según la ONU y el antichavismo, Guaidó se reunió con sus aliados del continente para decidir cuáles serán los próximos pasos en la disputa de poder con el gobierno de Maduro.
"Espero que el Grupo de Lima haga ese llamado para que las Fuerzas Militares de Venezuela se ubiquen en el lado correcto de la historia y brinden su lealtad a la Asamblea Nacional y al presidente encargado para que la dictadura llegue a su pronto final", aseguró el presidente colombiano, Iván Duque, cuando le tocó hablar ante el grupo regional.
Durante una pausa de la reunión regional, Pence, Duque y Guaidó -quien pidió "un minuto de silencio por la masacre que sufrió el pueblo de Venezuela el sábado 23"- se juntaron por separado y, ante las cámaras de la prensa internacional, el vicepresidente le dijo al líder antichavista: "Estamos 100% con vos".
Al iniciar la cumbre, el canciller colombiano, Carlos Holmes Trujillo, había marcado el tono que tendría el resto del encuentro: "Tenemos que cerrarle el camino a la dictadura de Maduro". "Debemos intensificar nuestro respaldo, nunca antes habían logrado tanto los venezolanos en su esfuerzo por recuperar su democracia", aseguró el canciller.
Cuando le tocó hablar, Guaidó advirtió que "ser permisivos con la usurpación del poder que lleva adelante este grupo (por el gobierno de Maduro) sería una amenaza para la democracia de toda América". La gran incógnita es cuál será el próximo paso que tomará la alianza de gobiernos americanos.
Mientras tanto, funcionarios estadounidenses recordaron en las últimas horas que no descartan la posibilidad de una intervención armada contra el gobierno de Maduro. Razón por la cual varias voces destacaron en la cita en Bogotá que no hay que caer en la vía militar.
"Creo que es bueno decir, con absoluta claridad, que el uso de la fuerza en cualquiera de sus formas es inaceptable. El uso de la fuerza no es una solución para lo que ocurre en Venezuela. Aquí en el Grupo de Lima venimos luchando para que esa solución se dé de forma pacífica", aseguró el vicecanciller de Perú, Hugo de Zela, en su discurso.
El régimen usurpador amenaza la estabilidad del continente. Es culpable de la crisis humanitaria que se transformó en millones de inmigrantes y refugiados en la región y ha demostrado su complacencia con grupos irregulares, redes de narcotráfico y crimen organizado. #GrupoDeLima pic.twitter.com/0HHem4Q1l8
- Juan Guaidó (@jguaido)
En sus orígenes, el Grupo de Lima estaba compuesto por un bloque de 14 naciones apoyado desde fuera por Estados Unidos y que suma más del 90% de la población americana: Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú, Guyana y Santa Lucía.
Sin embargo, tras la asunción a fin de año de Andrés Manuel López Obrador en México, este país dejó de participar de las cumbres y de las iniciativas del grupo, y pasó a sumarse a Uruguay y su llamado a abrir un diálogo político entre Maduro y el antichavismo dirigido por Guaidó.