"No podemos ni caminar. Ahora quiero ver a mi madre". Con estas palabras resumió su agotamiento Jimena Rico, la argentina criada en España que vivió una auténtica odisea junto a su novia, al regresar esta mañana a Málaga.
Jimena junto a su novia, familia y amigos, ya de regreso en Málaga.
La joven emitió su breve declaración minutos después de pisar la ciudad donde vivió durante gran parte de su vida y en la que aún residen su madre, Ramona Montero, y su hermana María del Valle. Además, agradeció a todos los que colaboraron para que pudiera volver sana y salva.
Festejo
Mientras tanto, en un video subido esta tarde a la cuenta de Facebook de Tamara Romero, amiga de Jimena, puede verse a la joven ya más relajada, celebrando con su novia, su familia y amigos.
"Muchísimas gracias a todos por ayudarme y por el apoyo que hemos tenido", declara Rico a la cámara. "Especialmente a mi madre, que la pobre ha sufrido".
En la filmación también aparece Shaza Ismail, la novia de Jimena, quien también agradece brevemente. "¡Shaza ya es malagueña!", exclaman felices los amigos de la pareja.
El drama
Jimena y Shaza, ahora al fin en paz, entraron en un auténtico calvario cuando la joven egipcia le reveló a su padre su relación con la argentina.
Jimena y su novia se vieron obligadas a huir a través de varios países.
Luego de enterarse de la noticia, el hombre fingió aceptar a la novia de su hija y las atrajo a Dubai (Emiratos Árabes) con una noticia falsa: la madre de Shaza estaba enferma y necesitaba verla.
Sin embargo, una vez llegadas, el padre de Ismail las denunció a las autoridades, ya que en ese país la homosexualidad es delito. Aterradas, las jóvenes lograron huir a Tiflis (Georgia), donde conocían a un par de amigos.
Pero cuando intentaban viajar a Londres -lugar de residencia de Jimena-, fueron interceptadas por el padre de Shaza, que destruyó sus pasaportes entre amenazas de muerte. El escándalo les valió la detención a los tres, aunque la pareja fue liberada y logró pasar a Turquía.
Fue en esa ciudad donde se les perdió el rastro, lo cual motivó una desesperada denuncia de la madre de Rico ante la Guardia Civil española.
Afortunadamente, días después Jimena logró contactarse con su familia y avisarles a los suyos que la policía turca las había mantenido incomunicadas durante tres días. Hoy, al fin, hoy logró ponerle punto final a su odisea.