Los pronósticos que indicaban un final reñido final se equivocaron. El conservador Sebastián Piñera logró ayer un contundente triunfo electoral, el más amplio en una segunda vuelta desde el retorno de la democracia en Chile, y volverá a la presidencia después de cuatro años con la intención de lograr acuerdos en un país muy polarizado.
Piñera regresará al poder.
Piñera obtuvo el 54,47% de los votos mientras que su rival en el ballottage, Alejandro Guillier, cosechó el 45,42%. El candidato de la centroizquierda lo felicitó por su "impecable y macizo triunfo".
Lo cierto es que Piñera y Bachelet repetirán una escena similar a la del 2010 cuando la Presidente le entregó el mando de gobierno al empresario de centroderecha, tal como ocurrirá nuevamente. A las 20.10 del domingo, Bachelet lo llamó por teléfono en una conversación que fue transmitida para todo el país.
"Quería llamarlo para felicitarlo por su triunfo, para desearle una muy buena gestión en su mandato, porque usted y yo queremos a Chile. Quería desearle mucho éxito", le dijo Bachelet a Piñera.
El traspaso comenzó hoy temprano, a las 9 de la mañana, cuando el presidente electo recibió en su casa del barrio Las Condes a Bachelet. En el gobierno de la mandataria socialista, el regreso de la derecha al poder en Chile causó decepción y los funcionarios de su gestión no lo ocultaron ante los medios.
El ministro de Justicia, Jaime Campos, aseguró al sitio Emol.com: "La Presidenta habló y obviamente estaba afectada, a nadie le puede gustar este resultado”. Por su parte, el titular de Economía, Jorge Rodríguez Grossi, admitió que Bachelet “obviamente estaba desencantada por el resultado”.