El que tiene plata hace lo que quiere. Y Elon Musk cumple con esa máxima con todo el rigor posible. El multimillonario decidió que el famoso logo de Twitter había quedado viejo y eliminó al pajarito azul para darle lugar a una X. El dueño de la mayor cantidad de acciones de la red social afirmó que también cambió la dirección de acceso al sitio x.com y que ahora redirecciona a Twitter.
Según las declaraciones de Musk, la decisión está directamente vinculada a su proyecto X. De hecho, cuando compró Twitter en 2022, afirmó en una entrevista: “Esta adquisición un acelerador para crear X, la aplicación de todo, la compañía X.com, que armé en 1999. Pronto nos despediremos de la marca Twitter y, poco a poco, de todos los pájaros". Y completó: "Si se difunde un logotipo X lo suficientemente bueno esta noche, lo haremos funcionar en todo el mundo mañana”.
Pero este cambio es parte de infinidad de excentricidades del multimillonario, quien hace poco intentó armar una pelea de vale todo con Mark Zuckerberg, el CEO de Meta, su gran competidora, quien se negó a subirse al ring. Lo cierto es que Musk va por mucho más. Hace años, el empresario tuvo su gran momento cinematográfico en Iron Man 2.
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Es que el empresario se siente identificado por el personaje de Tony Stark, que fue interpretado por Robert Downey Jr. durante años. Así que le pidió al director de esa saga, Jon Favreau, que le permitiera hacer una pequeña aparición. Lo logró de una sola manera: prestando las instalaciones de Space X, la empresa aeroespacial, para que grabaran parte del film.
Por supuesto, Space X es otra extravagancia del hombre que quiere llegó al espacio a cualquier costo y luego de destruir decenas y decenas de aeronaves que volvían a la base y se destruirán al aterrizar. Pero, en el medio de ese proyecto, a Musk se le ocurrió otra idea extraña: bombardear Marte.
¿Por qué alguien haría algo así? Solo el bueno de Elon tiene la respuesta además de tiempo y dólares de sobra. En una nota, el empresario declaró: “La idea en realidad no es bombardear la superficie, sino su cielo y solamente sobre los polos norte y sur del planeta. Al hacerlo repetidamente cada pocos segundos en mucho tiempo crearía el efectos de soles que repiten el pulso sobre estas regiones”.
Y agregó: “Eso calentaría mucho más el planeta y convertiría en gas al dióxido de carbono congelado en Marte, lo que aceleraría el efecto invernadero del planeta. Mientras más gas de CO2 en la atmósfera, más cálida será la superficie de Marte y por consiguiente mucho más habitable”. Su idea fue criticada y destruida por los científicos.
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Por otra parte, Musk se metió en el mercado de armas a lo Tony Stark. ¿Qué hizo? Creo un lanzallamas y lo puso en venta en la empresa The Boring Company. Como en Estados Unidos está prohibido vender lanzallamas, lo bautizó como Esto no es un lanzallamas y lo metió a la venta por 500 dólares. Vendió más de 20 mil.
Y hablando de bautismo insólitos a su sexto hijo le puso el nombre más extraño del planeta: X Æ A-12. El nene fue llamado así porque (según explicaciones de su padre) X es la variable desconocida; Æ, los caracteres en élfico de Ai (amor y/o inteligencia artificial); A-12 es igual al "precursor del SR-17 (nuestro avión favorito). Sin armas, sin defensas, solo velocidad. Excelente en batalla, pero no violento"; y la A corresponde a "Arcángel”, la canción favorita de la madre. En la casa lo llaman “Pequeño X”.
El empresario también tiene actitudes extrañas a nivel corporativo. En 2018, abandonó la presidencia de Tesla por Twitter. "Estoy considerando hacer Tesla privada a 420 dólares la acción. Financiación asegurada", escribió. Así hizo subir las acciones de su empresa. La Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos lo acusó de fraude y fue obligado a abandonar la presidencia de Tesla durante tres años. También debió pagar una multa de 20 millones de dólares de sus cuentas.
Pero, sin dudas, la extravagancia más cara de la historia fue la de lanzar una auto marca Tesla al espacio y al mando de un maniquí. Ocurrió el 6 de febrero de 2018. Durante aquella jornada, por orden de Musk, Space X Lanzó el cohete Falcon Heavy, el cohete más grande la historia y capaz de transportar una carga equivalente a un Boeing 747. Y ahí adentro fue un Tesla Roadster pilotado por un maniquí, Starman. Pero hay un invento que todavía no lanzó y podría ser la cima de la excentricidad: el dragón cybor, una creación robótica que todavía novio la luz.