01 Enero de 2017 16:48
El ataque terrorista de esta madrugada en la ciudad de Estambul fue el primero del 2017, tras un 2016 cargado de atentados perpetrados en las principales ciudades europeas. Durante el año pasado hubo más de 240 muertos por ataques en Turquía, Francia y Bélgica, y más de 500 heridos. Cómo fueron y qué pasó en cada caso.
El primero de los ataques terroristas del año pasado tuvo lugar en París, una ciudad que venía más que golpeada por los atentados en el teatro Le Bataclán en noviembre de 2015, cuando se desarrollaba un show de la banda Eagles of death metal. El 7 de enero de 2016, París tendría otro ataque: en aquella oportunidad hubo un muerto, el propio terrorista, que intentó violentar una comisaría del distrito 18 parisino.
Sin embargo, no sería el único hecho terrorista perpetrado en Francia. El 14 de julio un hombre de nacionalidad tunecina atacó por medio de un camión en la ciudad de Niza. Allí hubo 87 víctimas fatales y más de 300 heridos. El hombre fue abatido por la Policía. Las propias autoridades definieron el ataque como uno de los tres más grandes en los últimos años.
El ataque de Niza fue de los más graves durante el 2016. Murieron más de 80 personas.
Turquía fue otro de los países golpeados por el terrorismo. Solo en Estambul hubo tres grandes atentados durante 2016. El primero ocurrió el 12 de enero pasado y dejó un saldo de 11 víctimas fatales y otras 15 resultaron heridas. La mayoría de los fallecidos eran alemanes. Se trató de un ataque suicida cometido en el Hipódromo de Constantinopla, un área repleta de turistas. El hecho fue cometido por un integrante de ISIS, Nabil Falli.
Turquía fue uno de los países más golpeados por ataques terroristas en 2016.
Otras cinco personas murieron tres meses más tarde, el 19 de marzo, en un ataque suicida ocurrido en pleno centro de Estambul. Más de 30 personas fueron heridas, en un golpe que según las autoridades fue cometido también por ISIS.
El último de los golpes a Estambul ocurrió el 10 de diciembre pasado. Allí murieron 37 personas y hubo un centenar de heridos. El caso fue más particular que los otros dos, ya que se trató de una serie de atentados cometidos con coches bomba en los alrededores de un multitudinario estadio de fútbol. La mayoría de las víctimas eran policías. Los ánimos en Turquía no estaban para nada calmos desde el intento de golpe de Estado de julio pasado.
El último de los atentados en Estambul dejó un saldo de 37 víctimas fatales.
Otra de las importantes ciudades turcas fue epicentro de varios ataques durante 2016. El 17 de febrero pasado murieron 29 personas y hubo 61 heridos tras un ataque terrorista en Ankara, por medio de un coche bomba que tuvo como epicentro un edificio de viviendas de personal militar de alto rango.
Menos de un mes más tarde, el 13 de marzo, Ankara volvió a ser el centro del terror: murieron 37 personas y hubo más de 100 heridos. También se utilizó un vehículo cargado de explosivos. Hasta ahora el siniestro no fue esclarecido. Incluso, el propio mandatario turco, Recep Erdogän, evitó dar precisiones, aunque habló de la “inestabilidad” que se vive en la región.
Anakara también fue epicentro de varios ataques terroristas durante el año pasado.
Berlín fue otra de las ciudades europeas golpeadas por el terrorismo internacional. El 20 de diciembre pasado, 12 personas murieron tras un ataque similar al ocurrido en Niza meses antes.
El terrorista, que según las primeras investigaciones pertenecía a ISIS, condujo un camión hasta arrollar a las personas que se encontraban celebrando en las calles de la capital alemana, en una fiesta navideña. Ese día hubo casi cincuenta heridos.
El ataque en Berlín ocurrió el 20 de diciembre y provocó la muerte de 12 personas.
En Bruselas también fue un año complejo y en alerta, principalmente luego de los ataques terroristas de 2015 que encendieron la alarma en la comunidad europea.
En Bruselas atacaron el aeropuerto y una importante estación del metro.
El 22 de marzo pasado hubo dos graves ataques, uno en el aeropuerto de Bruselas y otro en una importante estación del metro, en Maalbeek. En ambos ataques murieron 35 personas, con una diferencia de pocos minutos. En total hubo más de 350 heridos.
El 19 de diciembre hubo otro importante ataque de terribles consecuencias políticas, también en Ankara, cuando fue asesinado el embajador de Rusia en Turquía, Andrei Karlov. Ocurrió durante una muestra de arte.
El diplomático fue asesinado mientras pronunciaba un discurso en la apertura de la exposición artística. Además, otras tres personas resultaron heridas.
