03 Enero de 2017 12:30
Faltan poco más de 15 días para que Donald Trump ocupe el sillón más importante del Salón Oval de la Casa Blanca, pero poco y nada eso le importa: como presidente electo de Estados Unidos, el magnate ya puso en marcha su programa de política exterior, pero desde su perfil en la red social Twitter.
Con su tono confrontativo y fanfarrón, el magnate le lanzó una advertencia a Corea del Norte por su programa de armas nucleares y acusó a China de no “cooperar” con los intereses de Estados Unidos y ser funcional a los planes de Kim Jong-un, el magnánimo mandamás norcoreano.
"Corea del Norte acaba de asegurar que se encuentra en las fases finales del desarrollo de un arma nuclear capaz de alcanzar zonas de Estados Unidos. ¡Eso no ocurrirá!", escribió Trump tan sólo horas más tarde que el país asiático afirmara que Pyongyang, capital norcoreana, está en las "últimas fases antes de probar un misil balístico intercontinental".
Y envalentonado y desbocado como casi siempre, subió la apuesta y le puso los puntos a China desde su perfil en el mundo 2.0: "China ha estado tomando masivas cantidades de dinero y riqueza de Estados Unidos en un intercambio comercial totalmente unilateral, pero no nos ayuda con Corea del Norte. ¡Lindo!", le reprochó al gigante asiático.
Kim Jong-un, el magalómano líder de Corea del Norte
Batalla de loco contra loco
“Corea del Norte es ahora una potencia militar del Este que no puede ser alcanzada, ni siquiera, por el enemigo más potente", sostuvo Kim Jong-un en su discurso de Año Nuevo en clara alusión a Estados Unidos y su poderío armamentista.
"El mensaje del presidente electo Trump es importante ya que se trata de su primera mención al programa nuclear norcoreano y puede ser considerado como una clara advertencia" dijo a la prensa Cho June-Hyuck, portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores de Corea del Sur, acérrimo enemigo de su par norteño.
Corea del Norte ya realizó dos pruebas nucleares y numerosos lanzamientos de misiles a lo largo de 2016: su objetivo es desarrollar un sistema de armas atómicas capaz de golpear el territorio continental de Estados Unidos con una cabeza nuclear.
