Venezuela está cambiando y muchos temen una ola de revanchismo, negada y hasta ahora evitada por la oposición al gobierno de Maduro. Pero el día después de la toma de posesión de la nueva Asamblea con mayoría opositora, su presidente, Henry Ramos Allup, dirigió lo que se dio a llamar “oparción limpieza”.
Casi por sorpresa, se dirigió a los operarios que trabajaban en el recinto y les ordenó: "No quiero ver un cuadro aquí que no sea el retrato clásico del Libertador Simón Bolívar. No quiero ver ni a Chávez ni a Maduro, llévenselos para Miraflores o para el aseo, pero aquí, nada", lapidó el dirigente socialdemócrata.
Agresión
Ramos Allup también encaró a un grupo de la Guardia Nacional, que miraban complacientes en la calle cómo una persona le lanzaba un objeto contundente que le pasó rozando. Muy enfadado, Ramos les llamó "vagos y pendejos". En otros tiempos, al veterano dirigente le hubiera llovido una tormenta de golpes, ejemplifica El Mundo.
Ramos Allup llamó “vagos y pendejos” a sus custodios de la Guardia Nacional.
Más allá de derribar símbolos, la Mesa de la Unidad Democrática pretende cuidar al máximo las formas y prepara el terreno con delicadeza para cumplir sus objetivos fundamentales en la nueva Asamblea Nacional. Hoy se inicia la primera sesión ordinaria, donde se tiene previsto discutir el regreso de los medios de comunicación nacionales e internacionales al hemiciclo, luego del férreo control chavista.
El presidente Maduro podrá vetar las leyes de la Asamblea.
Pero la prioridad será la ley de Amnistía. Un equipo de abogados constitucionalistas ultima los detalles del proyecto, que podría ser una ley o un decreto. Si es una ley, podrá ser vetada por Maduro y si es un decreto,podrá ser anulada por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, controlada por el chavismo.