Adentro de la vasija había huesos de ternera. Eso estaba clarísimo. También había otros ingredientes de aspecto dudoso. Nadie se atrevió a probarla, ni siquiera en pos del interés científico.
Era una sopa, sí, pero una sopa de hace 2000 años. Una sopa de la China, es decir una ?. Se escribe ?, se pronuncia T?ng. Los profesionales del Instituto Arqueológico de Henan estaban eufóricos, porque no todos los días alguien encuentra una sopa de hace 2000 años. Pero, pese a su euforia, no se animaron a tomarla.
Según intormó la agencia EFE, la vasija fue hallada el lunes pasado en la provincia de Henan, cerca de la ciudad de Xinyang. Es evidente que no les satisfizo a sus comensales originales, porque de otro modo no habría llegado hasta nuestros días. Claro que también puede suponerse que los chinos que la preparaban esperaban la visita de otros chinos que no asistieron a la cena. Es importante explicarse cómo hizo la sopa para sobrevivir dos mil años.
La sopa china no luce apetitosa, pero hace 2000 años, tal vez lo fue.
Las ruinas de la zona pertenecen al antiguo Estado de Chu, uno de los reinos que existieron en China varios siglos antes de Cristo. Los chuecos -puede que así se llamen los habitantes de Chu, aunque aún no haya sido chequeado- acostumbraban preparar banquetes opíparos que disfrutaban en largas y lujuriosas bacanales. Tal vez la lujuria derrotó al hambre. No queda otra que especular, dado que los hechos ocurrieron hace casi 2000 años y no han quedado testigos a quienes preguntarles.
La sopa será investigada por los expertos, pero, sin dudas, no será ingerida.