Harry y Meghan reaparecieron públicamente ayer después de su largo silencio como consecuencia de su renuncia a la Familia Real. El lugar elegido fue un cementerio en Los Ángeles, Estados Unidos, en donde viven. ¿El motivo? La conmemoración de los caídos en guerras en lo que se conoce como el Día del Recuerdo, una típica celebración en Reino Unido.
En Londres su padre, el príncipe Carlos, y su abuela, la Reina Isabel II, participaron del mismo evento con la presencia de príncipe William, hermano de Harry, y su esposa Kate Middleton. La participación de Harry también incluía un mensaje en clave que sólo algunos de los miembros de la Familia Real entendieron.
Con su renuncia a su título, Harry perdió también los rangos militares algo que le molestó, y mucho. Por lo que ese gesto podría entenderse como la confirmación de ese malestar por parte del nieto de la reina Isabel II. Según publicó el diario The Sunday Times, el acto de Harry y Meghan este domingo en el cementerio de Los Ángeles se produce después de que el príncipe pidiera colocar una corona de flores en su nombre en el Cenotafio de Londres y el palacio de Buckingham le negara esta posibilidad por no representar a la Familia Real británica.
Un dato no menor, y que cita el mismo medio, es que al parece la Reina Isabel II no estaba al tanto de toda esta cuestión lo que le agregaría más leña a la ya de por sí intensa interna familiar.
La noticia también coincide con el encuentro privado que busca tener Harry con su abuela. Es que de acuerdo a lo consignado por la prensa británica, el príncipe Harry regresará en las próximas semanas al Reino Unido para mantener una audiencia privada con su abuela. ¿El motivo? Las recientes declaraciones políticas que realizaron los duques causaron un conflicto diplomático con Estados Unidos. El escándalo escaló al punto que el congresista Jason Smith solicitó al Gobierno británico que se los despojara de sus títulos reales, por "interferir" en las elecciones estadounidenses.
"Una de las reglas de oro de la monarquía británica es no emitir ningún tipo de opinión con respecto a las políticas que se llevan adelante en el Reino Unido y a nivel mundial", advierten desde el Palacio, al tiempo que aclaran: "Si bien Meghan y Harry 'renunciaron' a la plana mayor de la Familia Real, no fueron despojados de sus títulos. Eso les da muchos privilegios, pero también reglas que tienen que cumplir y que no están acatando. La preocupación de la Reina es esa”.
Reacia a la idea inicial de la renuncia y con la esperanza de que su nieto regresara a la Corona, Elizabeth II se encuentra ahora presionada no sólo por el Parlamento británico, sino también por el príncipe William. "La relación entre los hermanos sigue siendo mala, nunca recuperaron el vínculo. William, como heredero al trono, es muy crítico y se encarga de alzar la voz cada vez que siente que Harry 'cruza los límites'. William entiende que será el futuro rey, su familia 'actúa en consecuencia' y le pidió a la Reina que estableciera reglas claras para con Harry, a quien a esta altura considera como una 'bomba de tiempo' incontrolable”.
La reunión entre Harry y la reina será clave para definir el futuro inmediato de la pareja y el rol que el príncipe podrá o no ocupar en los actos oficiales, así como también su posible reincorporación como oficial militar. Sin embargo, la preocupación de William no radica tanto en los títulos del matrimonio, sino en el "agujero legal" que se generó tras el nacimiento de Archie Harrison, quien a pedido de sus padres ni siquiera tiene el rol de alteza real.
"Si bien Meghan y Harry optaron por no darle a Archie un título oficial al nacer, técnicamente sigue siendo el Conde de Dumbarton", explicó el experto en derecho constitucionalista británico, Iain MacMarthanne. ¿Cuál es el problema? Cuando el príncipe Carlos ascienda al trono, Archie se convertirá automáticamente en príncipe. "Sólo el rey es quien puede determinar si se lo permitirá usar o no".