20 Noviembre de 2017 08:30
Alguien mira al cielo y se resfrega los ojos. ¿Será? Y sí, es. Graciosos hay en todas partes. Es... un pene gigante dibujado con estelas de vapor por un aviador habilísimo con espíritu adolescente. Un aviador que merecía la felicitación de sus superiores por su pericia técnica, pero también la recriminación por su imbecilidad. ¿Cuál habrá llegado primero?
Un aviador con espíritu adolescente.
Sucedió el viernes pasado en Okanogan County, en el estado de Washington. Los vecinos lo vieron, la cadena de televisión KREM2 lo puso al aire y el escándalo fue inmediato. El alto mando de la Marina de los Estados Unidos -que, de todos modos, uno imagina ocupado en asuntos más importantes- se expresó a través de un severo comunicado: "La Marina pide a sus tripulaciones y pilotos los más altos estándares y encontramos este suceso completamente inaceptable y de nulo valor como entrenamiento. Investigaremos a la tripulación responsable".
KREM 2, la cadena de televisión que tuvo la primicia mundial del pene aéreo, se puso en contacto con la Administración Federal de Aviación para preguntarle si iban a tomar alguna clase de medida sobre el asunto. Cuando hablamos de "medida", nos referimos a "sanción disciplinaria": aconsejamos evitar el chiste fácil. La FAA señaló que no iba a intervenir a no ser que el incidente supusiera un peligro para la salud pública, lo cual evidentemente no ocurría.
La polémica está abierta: ¿constituye delito dibujar penes en el aire? ¿No le quita seriedad al heroico acto de bombardear poblaciones civiles de países del tercer mundo? ¿Constituye acoso sexual a los que no tienen más remedio que mirar el pene desde abajo? ¿Cuánto más se puede estirar esta nota? Preguntas y más preguntas.