Ni violencia en las tribunas, ni enfrentamientos entre jugadores. El hecho extrafutbolístico que llamó la atención de los brasileños la semana pasada tuvo que ver nada más ni nada menos que con un arresto en el campo de juego.
Marlon Natanael era suplente en el partido y está acusado de secuestro.
Así, en el encuentro jugado entre el Sapucaiense y el Farroupilha por la segunda división del Torneo Gaucho, el 20 de abril, la policía ingresó para llevarse al jugador Marlon Natanael.
El partido llevaba 15 minutos de juego pero tuvo que entrar en pausa cuando efectivos de la Policía de Rio Grande del Sur entraron para dirigirse al banco de suplentes local y esposar a Natanael.
De acuerdo a la Justicia estatal, el futbolista sería miembro de una banda responsable de al menos un secuestro. Además, tenía pendientes otros tres pedidos de arresto.
"Una triste sorpresa"
"No teníamos manera de localizarlo, hasta que hace poco nos enteramos que era futbolista, y como sabíamos que iba a jugar, entendimos que era el mejor momento para llevar a cabo la detención", relató uno de los agentes a cargo de la detención.
El presidente del club aseguró no saber nada sobre el pasado del jugador.
"Cuando lo estaban sacando del estadio, el jugador le respondió a los periodistas presentes: 'Yo soy un futbolista, niego todo'. Lo cierto es que ahora deberá ir a declarar para esclarecer los hechos de los cuales se lo acusa", agregó.
Por su parte, el presidente del Sapucaiense, Chico Christianetti, calificó al hecho como "una triste sorpresa" y aseguró que en el club no estaban al tanto de su pasado "ya que el jugador tenía buena conducta y siempre cumplió con todas sus obligaciones".