08 Junio de 2022 16:36
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, y el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, habían pasado por un mal momento al ser increpados por integrantes de un auditorio durante un evento oficial de la Cumbre de las Américas que se celebra en Los Ángeles. Blinken y Almagro eran los dos únicos oradores del cierre de una conferencia sobre libertad de prensa, democracia y derechos humanos en América.
En ese momento, uno de los asistentes, a puro gritos, le recriminó a Almagro haber promovido el golpe de Estado al ex presidente, Evo Morales, en Bolivia durante el 2019. También lo señaló como responsable de la "masacre" de 26 personas en protestas contra la destitución de Morales y del "asesinato" del periodista Sebastián Moro, muerto en La Paz en esos días mientras cubría la crisis política.
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El joven, vestido con camisa celeste y pantalón gris oscuro, le dijo a Almagro que era un "títere de Estados Unidos" y una herramienta en los planes de Washington de saquear los recursos naturales de Bolivia. "¡Eso no es verdad! ¡Retráctese! ¡Retráctese porque le está mintiendo a la gente que está acá!", le respondió el secretario general de la OEA en inglés, sentado en un sillón al lado de una periodista moderadora luego de su intervención.
El espectador, que hablaba con acento estadounidense, le recriminó también haber apoyado otro golpe de Estado en la región, en Venezuela, al reconocer al líder opositor Juan Guaidó como presidente del país en lugar del presidente Nicolás Maduro. En medio de este alboroto, una integrante del auditorio le pidió al sujeto, también a los gritos, en inglés y en español, que se retirara del lugar.
Finalmente, dos agentes de policía -una mujer y un hombre- escoltaron al hombre hacia la salida del salón donde se desarrollaba la conferencia. Fuentes policiales del operativo de seguridad dijeron que no podían divulgar la identidad del hombre pero aseguraron que, una vez retirado del lugar, fue liberado sin que se le formara ningún tipo de procedimiento judicial.
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Almagro continuó su diálogo con la moderadora, pero se lo vio visiblemente nervioso hasta que abandonó el escenario. Luego de su participación, subió Blinken, quien habló de los desafíos que enfrenta la prensa libre en América y lo crucial que es la libertad de prensa y el combate a la desinformación para el buen funcionamiento de las democracias. Pero cuando terminó de hablar, otro integrante del auditorio le cuestionó el apoyo de Estados Unidos a Arabia Saudita y al primer ministro de Haití.
Recordemos que el príncipe heredero de Arabia Saudita fue señalado por la inteligencia estadounidense como posible responsable del asesinato del periodista saudita Jamal Khashoggi en el interior del consulado del reino en Estambul, Turquía, en 2018. Khashoggi era un periodista crítico de la monarquía absoluta saudita e ingresó al consulado un 2 de octubre y nunca salió.
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Cinco personas fueron condenadas en Arabia Saudita por su homicidio, entre ellos agentes de seguridad que según el reino se excedieron en el cumplimiento de una orden de detención del periodista, de 51 años. Su cuerpo nunca apareció. Ariel Henry gobierna en Haití sin un Parlamento y en medio de una grave crisis política crónica, agravada por el asesinado del ex presidente Jovenal Moise, en julio de 2021 en su domicilio particular, y el accionar de pandillas criminales.
A diferencia de Almagro, Blinken trató de evitar el intercambio al principio con evasivas, pero el hombre insistió, aunque sin gritar, provocando que el secretario de Estado finalmente le respondiera. "Seguimos trabajando por una transición que lleve a elecciones justas que sean apoyadas por todo el pueblo de la nación" y ayudando a las autoridades a lidiar con la violencia de las pandillas. Eso sí, Blinken evitó hacer comentarios sobre Arabia Saudita.
